Después de leer la anotación de Nacho sobre los mecanismos de escape de las cápsulas tripuladas terminé dando con este vídeo del lanzamiento del Little Joe II A-003.
Los Little Joe fueron unos cohetes diseñados precisamente para probar el sistema de escape de las naves Apolo. Tenían la capacidad para igualar la potencia de un Saturno V en los primeros momentos de su misión y aunque el A-003 falló espectacularmente, en realidad fue un éxito de lanzamiento.
Al parecer los sensores de giro estaban mal instalados, con lo que el cohete comenzó a girar sobre su eje longitudinal nada más despegar, cada vez más rápido, hasta que, literalmente, se desmontó en pleno vuelo.
Esto hizo que se disparara el LES en unas condiciones mucho más extremas de aquellas a las que nunca se supone que tendría que enfrentarse –en el Saturno V una velocidad de giro mucho más reducida provocaría el disparo del LES– pero aún así módulo de mando aterrizó perfectamente.
Hoy en día las Soyuz rusas y las Shenzhou chinas siguen usando torres de escape similares a las de los Apolo; la cápsula tripulada Orión, aun en desarrollo, también cuenta con una.
Por su parte la Starliner de Boeing, la Crew Dragon de SpaceX, o la cápsula del New Shepard de Blue Origin no usan torres de escape, aunque sus motores son lo suficientemente potentes como para sacar a los astronautas de un apuro en caso de emergencia.
No hay asientos eyectables, pero ni falta que les hacen.