Tim Dodd, más conocido como Everyday Astronaut, el tipo que allá por 2013 se compró un traje soviético para vuelos a gran altitud que se ha convertido prácticamente en su medio de vida aunque casi lo haya matado tres veces, ha sido invitado recientemente a las instalaciones de Boeing en el Centro Espacial Johnson para que se pudiera probar el traje que la empresa ha creado para la tripulación de la CST-100 Starliner.
Algunos de los comentarios de Tim rescatados de entre sus exclamaciones de asombro:
- El traje es un 40% más ligero que cualquier otro traje similar anterior.
- No tiene el típico anillo en el cuello para enganchar el casco, anillo que según Tim es lo peor. En su lugar el casco es como una especie de capucha que se abre y se cierra con una cremallera. Eso sí, no protege mucho contra impactos, por lo que debajo de él hay que ponerse una especie de gorro acolchado con una serie de protecciones que además lleva los cascos y los micrófonos que permiten a quien lo lleva puesto comunicarse con el resto del mundo.
- En caso de descompresión el traje es capaz de mantener una presión interna equivalente a 10.000 metros. Pero ojo, no es un traje que sirva para un paseo espacial; está diseñado para proteger a los tripulantes de la Starliner dentro de ésta.
- Los guantes se acoplan al resto del traje con un clic y son enormemente flexibles.
- El resto del traje es también muy flexible, tal y como atestigua esa especie de baile que se marca Tim y que es casi para morir de vergüenza ajena.
- Se puede conectar, por supuesto, a un suministro externo de aire acondicionado para que la persona humana que está dentro no se cueza.
- Lo fabrica la David Clark Company, la misma empresa que lleva años fabricando trajes de presión para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y la NASA como por ejemplo los Advanced Crew Escape Suit, los trajes naranja que llevaban las tripulaciones de los transbordadores espaciales de 1994 en adelante. El diseño es de Reebok.
Cosas que no quedan claras del vídeo es si con un poco de práctica es posible ponerse el traje sin ayuda, aunque parece que sí, y en poco tiempo. Y tampoco menciona el asunto de la gestión de residuos.
Si se cumplen las previsiones actuales veremos estos traje en acción allá por abril de 2019 cuando Eric Boe, Chris Ferguson (@Astro_Ferg) y Nicole Aunapu Mann (@AstroDuke) despeguen en la primera misión tripulada de una Starliner.