Por @Wicho — 20 de julio de 2018

La NASA está a un par de semanas de lanzar la Parker Solar Probe rumbo al Sol. Será la sonda que más se acerque a nuestra estrella pero va perfectamente preparada para sobrevivir a ello y no derretirse:

  1. Tiene un escudo térmico blanco de 11,4 centímetros de grosor formado por un sandwich de dos capas de carbono reforzado con fibra de carbono separadas por otra de espuma de carbono. Es tan eficaz que aunque su parte frontal alcanzará unos 1.400 grados Celsius la parte trasera se mantendrá a unos 30 ºC.
  2. Lleva unos sensores que quedan justo dentro de la sombra del parasol que le permiten detectar si la sonda no está perfectamente orientada hacia el Sol, en cuyo caso el software de guiado maniobrará de forma autónoma para que la sombra del parasol cubra lo que tiene que cubrir. Y es que el Sol está a unos 8 minutos y medio de nosotros a la velocidad de la luz, que es la velocidad a la que viajan las ondas de radio, así que es imposible pilotar la PSP en tiempo real.
  3. Monta un sistema de refrigeración por agua para los paneles solares para que no se pasen de temperatura. El agua fría circula por la parte posterior de estos y luego pasa por unos radiadores que se encargan de disipar el exceso de temperatura.

Claro que todo esto es posible porque la temperatura no es calor. La temperatura es una medida de la energía de un sistema, pero el calor es la transferencia de energía. Y aquí lo que sucede es que aunque la corona del Sol, que es la zona en la que se va a meter la Parker Solar Probe, está a unos 2.000.000 de grados Celsius de temperatura también es muy poco densa, por lo que la PSP va a chocar con relativamente pocas partículas que puedan transmitirle calor. Es como si metes la mano en un horno a 300 ºC: mientras no toques nada puedes tenerla ahí un rato sin quemarte.

Si no hay más cambios la PSP será lanzada el próximo 4 de agosto. Su misión es recoger datos que nos permitirán medir cómo la energía y el calor se mueven a través de la corona y qué es lo que acelera el viento solar y las partículas cargadas que salen disparadas del Sol. Con esto podremos entender mejor el clima espacial y protegernos mejor contra él; no hay que olvidar que el viento solar afecta a la magnetosfera terrestre.

Y allá por octubre le seguirá la Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea.

La PSP está en Twitter como @ParkerSunProbe; la Solar Orbiter como @SolarOrbiter.

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