Despegue del segundo Starship – SpaceX
La Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) ha dado por terminada su investigación sobre el segundo lanzamiento del Starship (OTF-2). En él tanto la primera etapa Super Heavy, el Booster B9, como la segunda, el Starship 25, terminaron explotando. Una vez aceptadas por parte de la FAA las conclusiones al respecto de SpaceX, ya tenemos una explicación de lo que pasó bajo el epígrafe Building on the success of starship’s second flight test de la página de actualizaciones:
- Todo empezó bien, con el encendido de los 33 motores Raptor de la primera etapa, que funcionaron correctamente hasta la separación en caliente de las dos etapas, también ejecutada correctamente. El sistema de supresión de sonido mediante agua estrenado en este lanzamiento funcionó correctamente, con lo que apenas ha habido que hacer nada en la plataforma de lanzamiento tras el despegue.
- En el momento de iniciar la vuelta atrás hacia el lugar de amerizaje previsto se encendieron, tal y como estaban programados, 13 de los 33 Raptor. Durante el encendido algunos de ellos se apagaron antes de tiempo antes de que uno de ellos explotara, lo que a su vez hizo que el B9 también explotara tras algo más de tres minutos y medio de vuelo a unos 90 km sobre el Golfo de México.
Los datos obtenidos durante el vuelo indican que el fallo del motor de la primera etapa fue por contaminación de los filtros que hay a la entrada de oxígeno líquido a los motores. Eso hizo que bajara la presión de funcionamiento de sus turbobombas, lo que a su vez provocó el apagado de unos y la explosión de otro que terminó con el B9. - En el momento de la separación los seis motores Raptor del S25 se encendieron correctamente y el vehículo realizó un ascenso normal hasta aproximadamente los siete minutos de vuelo. En ese momento se inició un vaciado planificado del exceso de oxígeno líquido. Se había cargado propulsante de más para recoger datos para lanzamientos de futuras misiones reales y era necesario eliminarlo antes de la reentrada para dejar al Starship con la masa prevista para el amerizaje. Pero durante el vaciado se produjo una fuga en la sección de popa de la nave. Ese oxígeno líquido se incendió, y los incendios subsiguientes provocaron una pérdida de comunicación entre los ordenadores de vuelo de la nave espacial. Como consecuencia, los ordenadores de a bordo lanzaron el comando de apagado de los seis motores antes de que finalizara el ascenso, tras lo cual el Sistema Autónomo de Seguridad de Vuelo detectó una violación de las reglas de la misión y activó el sistema de terminación del vuelo, lo que provocó la destrucción del B9 a una altitud de unos 150 km y una velocidad de 24.000 km/h.
A tenor de esto SpaceX ha hecho cambios en los tanques de oxígeno líquido de las primeras etapas para mejorar la capacidad de filtración. También ha hecho ajustes en los procedimientos de carga para mejorar la fiabilidad.
En cuanto a la segunda etapa, SpaceX ha introducido cambios para reducir las fugas, aumentar la protección contra incendios, y ha modificado las operaciones de vertido de propulsante (oxígeno líquido) para aumentar la fiabilidad.
Esos cambios han sido incorporados ya en el Booster 10 y la Starship 28, que serán lanzados en el tercer intento de lanzamiento, IFT-3.
Por su parte, la FAA dice que (las negritas son mías):
SpaceX identificó, y la FAA aceptó, las causas de raíz y las 17 medidas correctoras documentadas en el informe del accidente de SpaceX. Se identificaron siete acciones correctivas para el Super Heavy, entre las que se incluyen el rediseño del hardware del vehículo, la actualización de los modelos del sistema de control, la reevaluación de los análisis del motor basados en los datos de vuelo del OTF-2 y la actualización de los algoritmos de control del motor. Se identificaron diez acciones correctivas para el vehículo Starship, incluyendo rediseños del hardware del vehículo, cambios en la operativa, actualizaciones de los análisis de inflamabilidad, instalación de protección adicional contra incendios y actualizaciones del sistema de guiado y modelado.
No está mal comparado con las 63 modificaciones que hubo que hacer entre el primer y el segundo lanzamiento. Pero antes de que se pueda producir el OTF-3, SpaceX tiene que haber implementado todos los cambios, la FAA haberlos revisado y aprobado, y luego modificar la licencia de lanzamiento del Starship para poder proceder con él. Así que el OTF-3 aún no tiene fecha. Aunque podría ser a mediados de marzo.