Por @Wicho — 14 de diciembre de 2022

Esta mañana la empresa china Landspace ha lanzado su primer cohete Zhuque-2 (ZQ-2), que ha sido el primer cohete orbital propulsado por metano y oxígeno líquidos (methalox) en despegar de la historia. Lamentablemente el lanzamiento ha fallado, parece ser que por un fallo en los motores de maniobra de la segunda etapa, no por los motores methalox. Según las distintas fuentes se han perdido 11 o 14 satélites; no hay una lista oficial.

Landspace es la misma empresa que intentó en su momento el primer lanzamiento orbital chino en octubre de 2018 con el Zhuque-1, lanzamiento que también terminó en un fallo a causa de la etapa superior. Desde entonces no han vuelto a intentar un lanzamiento del ZQ-1.

No está claro cuando Landspace estará en condiciones de volver a intentarlo, así que ahora mismo el puesto del primer cohete propulsado por methalox en conseguir un lanzamiento orbital parce que va a quedar para el Terran 1 de Relativity Space –cohete que además está impreso en 3D– o para el Starship de SpaceX. Los dos están en pruebas previas al lanzamiento, pero yo apostaría por el Terran 1 vistos los avances de los últimos días. Más rezagados van el New Glenn de Blue Origin y el Vulcan de ULA. Los dos usan motores BE-4 de Blue Origin, propulsados por metano y oxígeno líquidos.

El interés en usar metano líquido en vez de queroseno es que, por un lado, no deja restos en los motores, lo que es una enorme ventaja de cara a la reusabilidad; de hecho Landspace quiere hacer reutilizable la primera etapa del ZQ-2. Por otro lado, frente al hidrógeno líquido, es mucho más fácil de manejar y mucho menos propenso a las fugas, lo que supone un ahorro de costes, y que además tiene una temperatura de licuefacción similar a la del oxígeno, lo que facilita el diseño de los cohetes. Además su producción es también más barata que la de los otros dos combustibles.

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