Tras 155 días en el espacio el carguero espacial chino Tianzhou 1 terminaba su misión con una reentrada controlada en la atmósfera sobre el Pacífico el 23 de septiembre de 2017.
Con un peso al lanzamiento de 13.000 kilos, de los que 6.500 son de carga útil, incluyendo hasta 2.000 kg de combustible y unas medidas de 10,6 metros de largo y 3,35 metros de ancho, el Tianzhou (Nave Celestial) es, por así decirlo, la versión china de las cápsulas de carga Progress, aunque en realidad su diseño está basado en las estaciones Almaz. De hecho está diseñado para ser capaz de atracar automáticamente en su destino, igual que las Progress.
El Tianzhou-1 durante los preparativos para su lanzamiento
En esta primera misión, que ha sido un éxito total para el programa espacial chino, su objetivo era el laboratorio espacial Tiangong–2, con el que se atracó hasta tres veces para comprobar tanto los sistemas de guiado como los de transferencia de combustible, pero en realidad su objetivo es convertirse en la nave que llevará los suministros a la futura estación espacial china Tianhe.
Esquema de los módulos de la Tianhe
China tenía previsto lanzar el primer módulo de la Tianhe en 2019, pero debido al fallo del lanzamiento del segundo cohete Larga Marcha 5, que es el que se va a usar para poner el órbita los componentes de la estación, es más que probable que se produzcan retrasos en el calendario.
Por su parte el próximo lanzamiento de un Tianzhou está previsto que sea ya para dar servicio a Tianhe, así que es poco probable que se produzca antes de 2020.
(Vía Andrew Jones).