Por @Wicho — 16 de diciembre de 2021

La S.S. Ellison Onizuka a su partida de la EEI – Matthias Maurer/ESA
La S.S. Ellison Onizuka a su partida de la EEI – Matthias Maurer/ESA

Una reentrada controlada en la atmósfera sobre el Pacífico en la mañana del 15 de diciembre de 2021 puso fin a la misión de la cápsula de carga Cygnus 16 «S.S. Ellison Onizuka». Como todas sus predecesoras iba llena de materiales de desecho y ya no necesarios a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) para que se destruyeran junto con ella. Y antes había dejado unos 3.400 kilos de suministros y materiales de investigación a bordo.

La misión de las cápsulas de carga como las Cygnus, las Dragon y las Progress puede no parecer muy glamurosa. Pero desde luego es imprescindible para mantener en servicio la EEI, pues llevan alimentos, bebidas, aire y oxígeno para sus tripulantes, así como materiales de repuesto y para nuevos experimentos o elementos de la Estación.

La Ellison Onizuka había partido de la Estación el pasado 20 de noviembre. El tiempo que ha pasado en órbita después lo ha dedicado a seguir recogiendo datos con un sensor infrarrojo bautizado como PIRPL (Prototype InfraRed Payload, carga infrarroja prototipo) con el que las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos esperan equipar una futura constelación de satélites de alerta temprana cuya misión será detectar el lanzamiento de misiles y otras armas similares. PIRPL ya había sido activado tras el lanzamiento de la cápsula para recoger datos durante todo el tiempo que estuvo en el espacio, incluyendo los meses que pasó atracada a la EEI.

Una de las cápsulas el experimento KREPE – Universidad de KentuckyTambién llevaba a bordo el experimento KREPE Kentucky Re-Entry Probe Experiment (Experimento de sondas de reentrada de Kentucky), que consistía en tres cápsulas que reentraron en la atmósfera tras ser liberadas de la Cygnus. Cada una de ellas estaba equipada con un escudo térmico diferente. El objetivo era recoger datos del funcionamiento de cada uno para comprobar si funcionan como dicen los modelos.

Es cada vez más habitual que las Cygnus sirvan como laboratorio en órbita tras su partida de la EEI; es una de las características que Northop Grumman vende como capacidad extra de sus cápsulas de carga.

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