El 25 de junio de 1997 Vasily Tsibliyev se puso frente a la consola TORU que permitía manejar las cápsulas Progress en remoto y tomó el mando de la cápsula de carga Progress M-34 que el día anterior se había desacoplado de la estación espacial Mir. La idea era ver si usando sólo el panel de control remoto se podía atracar una Progress en la estación. El objetivo era ver si podían ahorrarse el coste del sistema de guiado automático Kurs de la cápsula.
Aquel era el segundo intento de hacer algo parecido. El primero había tenido lugar el 4 de marzo con la Progress M-33 pero hubo que suspender la maniobra después de que fallara el monitor de la consola. Así que aquel 25 de junio Roscosmos decidió desactivar el radar del sistema de atraque ya que creían que era lo que había hecho fallar el monitor.
Así que Vasily Tsibliyev se encontró intentando atracar la Progress M-34 sólo con la ayuda de la imagen –de no demasiada calidad– que veía en el monitor pero sin ninguna indicación de velocidad o distancia.
Para cuando se quiso dar cuenta de que la cápsula estaba demasiado cerca de la Mir y moviéndose a demasiada velocidad ya era tarde. Los motores de frenado no consiguieron pararla a pesar de que se les envió el comando. Y los de maniobra apenas consiguieron desviarla de su trayectoria. De esta forma en vez de estamparse directamente contra el módulo Kvant-1 en el que tenía que atracar lo pasó rozando y chocó primero con uno de los paneles solares del módulo Spektr, luego con uno de sus radiadores, y, finalmente, contra el módulo propiamente dicho.
Spektr meses después de la colisión - NASA
Inmediatamente empezaron a sonar las alarmas de caída de presión. Había una fuga de aire. Afortunadamente la tripulación pudo ver rápidamente que estaba en Spektr. Así que había que localizar la compuerta adecuada y además desenchufar los cables que salían del módulo hacia el resto de la Mir para poder aislar la fuga.
Pero una vez hecho esto –lo que no fue tan sencillo ya que las compuertas para cerrar los módulos de la estación estaban almacenadas y atadas– la tripulación se encontró con el problema de que al estar dando tumbos la estación a causa del choque empezaron los paneles solares dejaron de producir electricidad al no estar correctamente orientados. Además de que empezaron a fallar los sistemas de guiado. Con lo que pronto se encontraron con una estación muerta.
Sentados en la cápsula Soyuz por si tenían que salir por patas fue Foale quien le fue pasando instrucciones al control de tierra para que activaran en remoto los motores de la Mir para estabilizarla parcialmente; luego Tsibliyev y Aleksandr Lazutkin, siguiendo de nuevo las instrucciones de Foale, terminaron de hacerlo con los motores de la Soyuz.
Y unas seis horas después del choque los paneles solares por fin empezaron a producir electricidad de nuevo, con lo que la Mir fue resucitando. Pero quedó «en coma» ya que con los paneles de Spektr desconectados del resto de la estación apenas si disponían de un 20% de la electricidad necesaria. Y tuvieron suerte de que la comida y el agua estaba en otros módulos.
La Mir estuvo en precario hasta el 22 de agosto de ese mismo año. Ese día Anatoly Solovyev y Pavel Vinogradov, quienes habían sustituido a Tsibliyev y Lazutkin, hicieron un paseo espacial en el interior de Spektr durante el que instalaron una compuerta nueva con un conector integrado que les permitió a su vez reconectar los once cables que habían quedado desconectados el día del accidente. Con ello los paneles solares del módulo volvían a quedar unidos al resto del sistema eléctrico de la Mir y se recuperó como el 70% de la capacidad de generación de electricidad de la estación.
Detalle de uno de los paneles solares dañados - NASA
El impacto en el radiador - NASA
Foale aún haría un paseo espacial el 5 de septiembre para examinar los daños del exterior de Spektr antes de volver a tierra en el Atlantis el 6 de octubre de 1997. Pero como dice al final del vídeo, al irse iba pensando que no le importaría no volver a ver la Mir en su vida. Y eso que él aún no había llegado a bordo el día que se incendió uno de sus generadores de oxígeno. Hay más acerca de este fallido experimento en sus memorias [PDF] de su estadía a bordo de la estación.
Todo este follón hizo que la NASA estuviera a punto de cancelar el Programa Shuttle-Mir porque ni la agencia ni el propio Foale sabían nada de antemano del intento de atraque; con toda seguridad se hubieran opuesto. Pero al final siguió adelante hasta su finalización prevista en 1998.
También sirvió para que en Roscosmos se volvieran más precavidos y nunca más volvieran a intentar una maniobra como aquella. De hecho hoy en día cualquier nave que se aproxima a la Estación Espacial Internacional va haciendo paradas en el camino para comprobar que todos los parámetros entran dentro de los márgenes de seguridad.
Así que aquella colisión fue, por ahora, la única que provocó una situación de emergencia. Pero no fue la única colisión entre dos naves espaciales: el 14 de enero de 1994 la Soyuz TM-17 rozó el módulo Kristal de la Mir cuando estaba marchándose, aunque sin mayores consecuencias. Una posible explicación es que había un interruptor mal configurado a bordo de la cápsula que hacía que el mando que estaba usando su comandante para acelerar y frenar no funcionara. Otra es que habían metido demasiada carga en la cápsula por lo que su inercia era demasiado grande para sus motores.