Por @Alvy — 11 de enero de 2022

Estaba el otro día sufriendo con los episodios de Mar de la Tranquilidad (2021), serie que no recomiendo por múltiples razones, cuando me quedé pensando sobre la pésima solución que utilizan para resolver el tema de la gravedad en la base lunar: cuando caminan por la superficie de la Luna, la gravedad aparente es 1/6 de la Terrestre (correcto), y todo son pausados saltos y lentos movimientos. Pero en cuanto entran dentro de la base, sin trajes, la gravedad vuelve a ser igual que la terrestre¡Magia!

[Actualización: ¡rectifico! Tal y como rápidamente apuntó @Chaskeloide, en Mar de la Tranquilidad tienen un panel de control de presión atmosférica + gravedad que activan nada más entrar.]

Así que hoy que he visto a colación esta pequeña pieza de Seeker he estado repasando algunas ideas sobre cómo anda el asunto ese de la simulación de la gravedad artificial, algo que los seres humanos necesitaremos cuando comencemos a explorar el espacio en viajes largos. Esto es necesario dado que la ausencia de gravedad –técnicamente, permanecer en «caída libre»– afecta negativamente a nuestra salud, especialmente a los huesos. Más allá de la Luna la atracción de la Tierra no es ni el 0,03%, es casi «gravedad cero». Si no hay aceleración en al movimiento, no hay gravedad aparente, y las naves interplanetarias no están acelerando todo el viaje, así que… ¿cuál es la solución?

Lo que sucede es que rodar una película o una serie con la gente flotando por ahí todo el rato es incómodo y caro, es mucho más fácil crear algún tipo de «gravedad artificial» que explique el asunto. Ya en 2001: una odisea del espacio Kubrick se lo curró para que la nave Discovery tuviera una gran zona centrifugadora que simulara la gravedad terrestre. Y en el resto Poole y Bowman flotaban libremente. Esta idea, repetida en otras películas como Interestelar, es tirando a realista.

De manera parecida, en Star Wars se adivina que tienen «tecnología del futuro» que simula la gravedad (igual que hay motos, landspeeders y transportes que usan antigravedad) y en Star Trek queda explicado en varias ocasiones –y el manual técnico– que hay un «generador de gravedad artificial» que tiene alta prioridad en los sistemas de soporte vital de la nave pero que, cuando todo falla (notablemente, en la nave Klingon de Star Trek: VI y en algunos episodios de los spin-offs) deja a los ocupantes flotando a su suerte. En otras películas y series se han visto desde botas magnéticas a soluciones más simples, como «materiales futuristas» similares al velcro. Otras simplemente omiten el problema (por ejemplo, diría que Galáctica: Estrella de combate).

El problema con los sistemas centrifugadores, la solución plausible, es según explican en Seeker que se necesitaría que la nave circular tuviera casi un diámetro de un kilómetro, girando entre una y dos veces por minuto. De ese modo en la zona interior de la circunferencia habría algo parecido a los 9,8 m/s² (1 g); que servirían para simular la gravedad terrestre. (¿Se equivocó en sus cálculos Kubrick, por cierto? La Discovery no es tan grande…) El problema es que esto supone que la nave sea diez veces más grande que la Estación Espacial Internacional, algo sin duda caro y poco práctico.

Otra curiosa situación que comentan es que cuando no hay gravedad se aprovecha mejor el espacio del interior de la nave: al no haber «arriba» ni «abajo» se pueden colocar cosas en todas las paredes, algo para lo que el velcro es la solución de baja-alta tecnología ideal. Sin embargo, si se utilizara una nave con forma de cilindro/palo que girara alrededor de su centro, en los extremos se desperdiciaría espacio porque requeriría instalar algo parecido a estanterías, compartimentos o similares, o se caerían las cosas hacia el nuevo «abajo».

La conclusión no es tampoco muy optimista: ni la NASA ni otras agencias se han preocupado de investigar demasiado este problema, más allá de «ver qué les sucede a los astronautas» que permanecen mucho tiempo en microgravedad, sencillamente porque los viajes actuales son muy cortos y pasar un rato allá arriba es más bien divertido que problemático. Veremos en el futuro.

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