Houston… Aquí Base Tranquilidad. El Águila ha aterrizado.
A las 22:17:40, hora peninsular española, del 20 de julio de 1969, y con apenas 17 segundos de combustible en sus depósitos el módulo lunar del Apolo 11 se posaba sobre la superficie de la Luna. Sólo después de apagar el motor –algo que en realidad tenía que haber hecho unos segundos antes– y asegurarse de que le decía al ordenador de a bordo que ya estaban en el suelo Neil Armstrong comunicó al control de la misión en Houston que habían aterrizado.
En Houston, donde sin duda más de una persona estaba conteniendo la respiración, le dieron las gracias diciéndole aquello de que estaban poniéndose morados pero que ya volvían a respirar.
Por primera vez en la historia una nave tripulada se posaba sobre otro astro. Aunque aún faltaban unas horas para que, tras los preparativos oportunos, el primer ser humano en pisar la superficie de la Luna.
En total seis misiones del programa Apolo se posaron sobre la superficie de la Luna hasta que a primeras horas de la mañana del 14 de diciembre de 1972 Eugene Cernan, el comandante del Apolo 17, se despedía de ella.
Estoy en la superficie. Y, al tomar el último paso del hombre de la superficie, de vuelta a casa por algún tiempo, aunque creemos que no mucho tiempo en el futuro, me gustaría simplemente [decir] lo que creo que la historia registrará. El desafío de hoy de Estados Unidos ha forjado el destino del mañana del hombre. Y, mientras dejamos la Luna en Taurus-Littrow, nos marchamos como venimos, y si Dios quiere, como regresaremos, con paz y esperanza para toda la humanidad. Buena suerte para tripulación del Apolo 17
Pero si bien no pasaron ni 66 años desde el día en el que Orville Wright emprendiera el vuelo en el Flyer hasta que el Águila llegó a la Luna ya va para 47 años desde que la dejamos… y nadie sabe muy bien cuándo volveremos.
De hecho, por increíble que parezca, hoy en día la NASA es incapaz de poner un astronauta en órbita baja terrestre con medios propios.