Por Nacho Palou — 5 de enero de 2018

El 22 de agosto de 2014 una “anomalía” detectada durante el lanzamiento activó el sistema de autodestrucción de este cohete Falcon 9.

En Quartz, SpaceX’s latest advantage? Blowing up its own rocket, automatically

Los cohetes capaces de elevar satélites pesados al espacio son enormes y peligrosos. Volar desde una base de lanzamiento como Cabo Cañaveral tradicionalmente requiere la presencia de un oficial de seguridad de la Fuerza Aérea que esté listo para transmitir una señal para detonar el cohete en el cielo por si el lanzamiento falla y se convierte en una amenaza.

SpaceX, sin embargo, en su empeño por conseguir lanzamientos que sean más baratos y eficientes trabajó con la Fuerza Aérea para desarrollar un ordenador de a bordo equipado con GPS, un “Sistema automático de seguridad de vuelo”. De este modo si durante su ascenso el cohete Falcon 9 se sale de los límites de la ruta establecida cuando se lanza desde Cabo Cañaveral activará por sí mismo una secuencia de autodestrucción.

Los cohetes lanzados desde Cabo Cañaveral suelen salir hacia el este, hacia el Atlántico y hacia una órbita ecuatorial. Esto supone un menor riesgo en el caso de que algo vaya mal durante el lanzamiento, ya que en ese caso lo más probable será que el cohete, o sus restos, caigan al mar. Ahora sin embargo, explican en Florida Today, se está barajando la posibilidad de permitir lanzamientos hacia órbitas polares desde Cabo Cañaveral, y esto significa dirigir cohetes hacia zonas pobladas — empezando por la propia Florida, y hacia Cuba y otras islas del caribe.

De hecho “las trayectorias polares desde Cabo Cañaveral se evitan desde que un lanzamiento en 1960 provocó la caída de una de las fases de un cohete Thor sobre Cuba y mató una vaca”.

Hasta ahora los artefactos con destino hacia órbitas polares (en los polos del planeta) se lanzan desde la base de lanzamiento Vandenberg que la fuerza aérea tiene en la costa de California, lo que supone a los lanzadores como SpaceX “mover todo los bártulos” y mudarse de un extremo a otro del país cuando se necesita lanzar un cohete en una u otra “dirección”.

La posibilidad de que se puedan efectuar lanzamientos hacia órbitas polares también desde Cabo Cañaveral se abre con una condición: “los cohetes que salgan en dirección sur deberán estar equipados con sistemas automatizados de terminación de vuelo que pueda ordenar a los cohetes autodestruirse si se desvían de su curso”, que es exactamente como funciona el sistema de autodestrucción de SpaceX y que actualmente no incorpora ningún otro cohete comercial, excepto los Falcon 9.

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