Por @Wicho — 30 de octubre de 2017

Modelo de desarrollo del rover de la misión

La primera misión de la India a la Luna fue la Chandrayaan-1, que la orbitó durante 312 días antes de que se perdiera el contacto con ella aún cuando la duración de la misión estaba prevista en dos años.

Pero India quiere volver a la Luna con la Chandrayaan-2, que además de un orbitador cuenta con un aterrizador y un rover.

Esto significa un importante salto en cuanto a la complejidad de la misión, que ya ha sufrido varios retrasos en su fecha de lanzamiento, aunque estos retrasos son atribuibles a Roscosmos, la agencia espacial rusa, que era la que se iba a encargar de diseñar el aterrizador, aunque iba a ser construido en India. Así que India decidió seguir adelante ella sola.

Módulos de la Chandrayaan-2El orbitador, que estará en una órbita de 100 km de altitud, llevará a bordo cinco instrumentos que tendrán como objetivo analizar la composición tanto de la superficie lunar como de los primeros metros debajo de ésta, con especial énfasis en intentar localizar hielo de agua bajo la superficie. También estudiará la exosfera lunar y hará mapas en 3D con su cámara para complementar los estudios sobre la composición de la superficie.

El aterrizador tendrá un sismómetro y un sensor de temperatura para analizar las características físicas de la superficie en el punto de aterrizaje, que está próximo al polo sur de la Luna. También lleva instrumentos para medir las partículas presentes en el entorno.

El rover, por su parte, llevará un espectrómetro láser –le disparará un láser a las cosas que los científicos queiran analizar, como la ChemCAM de Curiosity– y otro espectrómetro, pero éste de contacto, también para analizar la composición de las rocas que se vaya encontrando.

Ahora mismo el lanzamiento está planeado para el primer trimestre de 2018 a bordo de un cohete GSLV Mk II.

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