Pragyan en el momento de pisar la Luna – ISRO
El rover Pragyan y el aterrizador Vikram de la misión Chandrayaan-3, funcionan con la electricidad que producen sus paneles solares. Y como está a punto de anochecer sobre su zona de aterrizaje en la Antártida lunar hay que ir preparándose para la noche lunar. Por eso la Agencia India de Investigación Espacial (ISRO) ha dado por terminada la misión del rover.
En los diez días en los que ha estado activo ha recorrido algo más de 100 metros sobre la superficie de la Luna, Y ha conseguido datos sobre la composición del suelo y las rocas cerca de las que pasó con los instrumentos APXS y LIBS. Así que ha cumplido de sobras con los objetivos de su misión.
Lo más probable es que no sobreviva a las dos semanas de oscuridad que vienen, ya que no tiene ningún tipo de calentador para mantener sus tripas por encima de su temperatura mínima de trabajo. Pero por si acaso la ISRO se ha asegurado de que su batería esté completamente cargada, los dos instrumentos apagados, lo han aparcado con el panel solar apuntando hacia dónde saldrá el Sol en el próximo amanecer lunar el 22 de septiembre, y lo han puesto en reposo.
Impresión artística de Pragyan sobre la Luna - ISRO
Así hay una posibilidad muy remota de que en cuanto el panel vuelva a generar electricidad Pragyan pueda despertar de su letargo y de que, si sus componentes no ha resultado dañados pueda activar de nuevo sus dos instrumentos e incluso volver a rodar. Pero, insisto, es muy poco probable.
En cualquier caso, no hay duda alguna de que Chandrayaan-3 ha sido un éxito rotundo para la India. Aparte de conseguir colocar su primera misión sobre la superficie de la Luna y de cumplir con todos sus objetivos ha sido el primer país que consigue un alunizaje suave en este siglo tras China, lo que lo convierte en el cuarto en lograrlo en la historia tras la Unión Soviética, los Estados Unidos y la ya citada China; y ha sido el primero en conseguir un alunizaje tan al sur.
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