Por @Wicho — 4 de marzo de 2017

New Shepard de Blue Origin
Los lanzamientos a la Luna usarían una nave bautizada como Blue Moon basada en el New Separd

Apenas unos días después de que SpaceX anunciara que está dispuesta a enviar una misión tripulada alrededor de la Luna en 2018 se ha «filtrado» una propuesta de Blue Origin, la empresa espacial de Jeff Bezos, el fundador de Amazon, que también habla de volver a la Luna.

En este caso la idea es enviar naves de carga que aterrizarían* en el cráter Shackleton, situado en polo sur de la Luna, donde casi siempre hay luz, y en cuyas zonas de sobra hay agua en forma de hielo, para dejar allí los suministros necesarios que podrían permitir mantener una base lunar permanente.

La propuesta habla de que la primera misión podría ser lanzada en julio de 2020, siempre contando con el apoyo económico de la NASA, claro.

El Blue Moon, con una capacidad de carga de unos 5.000 kilos, podría ser lanzado mediante el SLS de la NASA (que aún no está listo), un Atlas V, ya en servicio, o el New Glenn de la misma Blue Origin, que tampoco está listo y que no se espera que vuele antes de finales de esta década.

New glenn large2 1
Dependiendo de la configuración de 2 o de 3 fases el cohete New Glenn alcanzará los 82 o los 95 metros de altura. El «landed booster» es la parte reutilizable que vuelve a tierra. El Saturno V medía 110 metros de altura y de momento seguirá siendo el cohete más grande y el más poderoso.

Igual que el anuncio de SpaceX, el de Blue Origin se me antoja excesivamente optimista por mucho dinero que se le eche al proyecto. Aún a pesar de los espectaculares resultados que están obteniendo con su cápsula suborbital New Shepard estamos hablando de desarrollar una versión nueva adaptada a las misiones lunares y acoplarla a un cohete en el que nunca ha sido lanzada –en el caso del Atlas V– o de que entren en servicio dos cohetes que todavía no han volado nunca y que ya tienen sus propias complejidades de desarrollo.

Aparte de eso, falta por ver cual será la política de la administración Trump respecto a la exploración espacial y en concreto acerca de si volver a la Luna o no, algo que por ahora no está claro, pues parece más preocupada con construir muros físicos y de otro tipo para «proteger» el país.

Panorámica de la base
Impresión artística de la base lunar propuesta por la ESA

La propuesta de Blue Origin, de todos modos, y esto es especulación mía, podría encajar con la propuesta de la Agencia Espacial Europea de crear una base lunar permanente, aunque aún está por ver qué tipo de tracción consigue esta propuesta con los políticos. En este caso los lanzamientos podría hacerlos un Ariane 5, que tiene una capacidad de carga algo menos que la del Atlas V, o el futuro Ariane 6, con más capacidad de carga, pero al que aún le faltan unos años para volar.

*Sí, se puede aterrizar en la Luna.

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