Jupiter estará en oposición, en su posición más cercana a la Tierra / Imagen: Solar System Scope
(Nota: la imagen no está a escala)
Uno de mis recuerdos más vívidos de cuando salía con el telescopio al campo a ver qué conseguía ver es del primer día que pude observar Júpiter junto a tres o cuatro de sus lunas. Era simplemente la imagen de un puntito luminoso un poco más grande de lo normal con otros puntitos a ambos lados, todos ellos en línea recta. Una escena sencilla y se podría decir que poco interesante, pero que transmitía una sensación increíble: eso es Júpiter y esas lucecitas son sus lunas dando vueltas a su alrededor, todas en el mismo plano, vistas «de canto». Esto se debe a que ocupan todas –más o menos– el mismo plano de la eclíptica, como los planetas.
Eso es lo mismo que vio Galileo con su telescopio. Y por eso se llaman Satélites galileanos.
Una foto de Jupiter y sus satélites, tomada probablemente con telescopio. Con prismáticos se ven bastante más pequeños, simples lucecitas alineadas / Foto (CC) Nigel Howe
Las noches alrededor del lunes 10 de junio serán estupendas para observar Júpiter y sus lunas; prácticamente cualquier día del mes será más o menos bueno. El Sol, la Tierra y Júpiter estarán en línea recta, con Júpiter en lo que se llama oposición, de modo que se verá más grande de lo normal (aunque seguirá siendo un pequeño puntito en el cielo, pero ligeramente más grande) y si la noche es clara y limpia se podrá observar claramente.
En el fenómeno astronómico de la oposición, la Tierra se encuentra entre el Sol y el planeta. Cuando ocurre, el planeta pasa por el meridiano del lugar a medianoche. El planeta es visible durante toda la noche y ocupa su posición más cercana a la Tierra, por lo que su diámetro es el mayor posible y las condiciones de observación telescópica son idóneas. [Fuente: Wikipedia.]
Según Mike Wehner de BGR y el departamento de divulgación de la NASA en esta ocasión Júpiter se verá tan grande que se podrán incluso observar algunas de sus lunas principales sin telescopio. A simple vista es prácticamente imposible debido a su pequeño tamaño y escaso brillo, pero con unos prismáticos convenientemente dirigidos al lugar exacto puede ser suficiente. Ío, Europa, Ganimedes, Calisto están ahí. Basta usar SkyView o cualquier otra app para encontrarlos fácilmente en el cielo estrellado (Sur-Sudeste a medianoche). ¡Ánimo! Hasta Galileo lo consiguió en su día.