El pasado 29 de septiembre de 2017 a las 23:56, hora peninsular española, un cohete Ariane 5ECA despegaba del espaciopuerto espacial de Kourou con los satélites de comunicaciones Intelsat 37e y BSat-4a a bordo. Fue un lanzamiento por el libro, que dejó a ambos satélites en una órbita de transferencia geoestacionaria de 250 por 35.706 kilómetros.
Es el mismo cohete que sufrió un aborto en los últimos segundos previos a su lanzamiento del pasado 8 de septiembre de 2017.
La causa del lanzamiento abortado del día 8 fue que los sistemas de a bordo detectaron un fallo en un componente electrónico de uno de los dos propulsores de combustible sólido que lleva el Ariane 5 ECA a los lados. Bastó con cambiarlo y comprobar que el componente nuevo funcionaba correctamente para poder devolver el cohete a la plataforma de lanzamiento.
Es importante recordar que aunque el lanzamiento del día 8 fuera abortado –es sólo la tercera vez que se produce un aborto con el motor principal ya encendido en los veinte años de servicio de este cohete– eso es señal de que todo funciona correctamente y de que los sistemas de seguridad fueron capaces de detectar y diagnosticar un problema que hubiera sido potencialmente catastrófico con apenas unos segundos de margen para actuar.
Fue el lanzamiento número 95 de un Ariane 5; el número 81 consecutivo con éxito.