Los socios de la Estación Espacial Internacional y los responsables de Roscosmos en particular respiran aliviados después de que un cohete Soyuz 2.1b haya puesto en órbita sin problemas un satélite militar del tipo Lotos S-1.
Y es que el Soyuz 2.1b usa exactamente el mismo mecanismo de separación de los propulsores laterales de la primera etapa que el Soyuz FG cuyo fallo dio al traste con el lanzamiento de la cápsula tripulada Soyuz MS-10 el pasado 11 de octubre de 2018. Así que el que el lanzamiento de hoy se haya llevado a cabo sin problemas es un paso en la dirección adecuada para que se puedan retomar los lanzamientos de tripulantes a la Estación Espacial Internacional, algo que hoy por hoy sólo es posible mediante las cápsulas Soyuz.
De aquí a diciembre están previstos además el lanzamiento de un satélite del sistema de posicionamiento ruso Glonass y el de la cápsula de carga Progress MS-10, los dos también por cohetes Soyuz. Con lo que es posible que para diciembre se pueda lanzar la Soyuz MS-11 con Oleg Kononenko, de Roscosmos, David Saint-Jacques, de la Agencia Espacial Canadiense y Anne McClain, de la NASA, rumbo a la EEI.
No sólo es importante porque permite retomar los lanzamientos sino porque a la Soyuz MS-09, la cápsula en la que llegaron a la EEI sus actuales ocupantes, se le acaba el tiempo para poder permanecer en el espacio, pues están certificadas sólo para 200 días en órbita.