… Y ya hemos perdido otra GoPro. Según mis cálculos ya van cuatro. Otra baja. Y esta vez ni siquiera era nuestra.
Gav y Dan, los Slow Mo Guys, dedicaron una sesión en el campus de la Universidad de Purdue (Indiana) a grabar los lanzamientos de unos cohetes a cámara superlenta. Fabricados por los estudiantes, el combustible que emplean es el mismo que el de los cohetes sólidos y al ser de un tamaño razonable (menos de dos metros de longitud salen disparados a toda leche (unos 210 km/h).
Es cierto que un campo de fútbol rodeado de edificios y calles con coches no parece precisamente el mejor sitio para hacer las pruebas de un cohete que alcanza unos 300m de altura, pero me imagino que les habrán dado permiso y tendrán todo controlado.
La cámara graba a unos 28.000 fotogramas por segundo, para lo que es necesario que haya muchísima luz ambiente (de todos modos la imagen se ve un poco oscurecida); es necesario ajustar muy bien la exposición. Aparte de eso el propio cohete va equipado con una cámara GoPro –espectaculares vistas– y los paracaídas garantizan que la caída será algo más tranquila que un golpe a plomo desde 300 metros de altura. Aun así con el golpe del aterrizaje y algún que otro cohete enredado en los árboles perdieron uno una ni dos ni tres cámaras, sino cuatro. ¡Todo por la ciencia!
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