Por @Wicho — 5 de septiembre de 2024

Tras un retraso de 24 horas a causa de un fallo eléctrico en los equipos de tierra el satélite medioambiental Sentinel-2C despegaba esta pasada noche a lomos del último cohete Vega que despegará jamás. El satélite está en órbita, con sus paneles solares desplegados y produciendo electricidad, y en comunicación con los equipos de tierra, así que el lanzamiento ha sido un éxito.

Una etapa superior AVUM a punto de ser acoplada al cohete; se ven dos de sus depósitos de propelentesPero aunque todos los lanzamientos espaciales son un poco de morderse las uñas, este lo era un poco más. No sólo por el que haya sido el último Vega el encargado de llevarlo a cabo sino porque en un momento bastante WTF dos de los depósitos de combustible de la etapa superior AVUM del cohete fueron «tirados a la basura» accidentalmente en las instalaciones de Avio, su fabricante.

Y con la línea de producción del ya cerrada –ha sido sustituido por el Vega-C, al que, la verdad sea dicha, que no le va muy bien– no había forma de fabricar otros depósitos para sustituir a los perdidos.

Las opciones que se manejaron en su momento pasaban por utilizar dos de los cuatro depósitos que se usaron para certificar el Vega para su vuelo inaugural en 2012. Los dos serían sometidos a prueba para ver en qué condiciones están tras más de diez años almacenados. Otra sería hacer un apaño con componentes de la etapa superior de un Vega-C y montar una especie de etapa superior híbrida para ese último Vega. Un FrankenVega, vaya.

Aunque, sorprendentemente, en una rueda de prensa celebrada el pasado día 29 sobre este vuelo final del Vega el director ejecutivo de Arianespace, Stéphane Israël, se negó a aclarar qué opción habían tomado. Pero finalmente se confirmó que la etapa AVUM de este último Vega montaba componentes de una etapa superior AVUM+ de un Vega-C. Así que en realidad estamos ante el primer y último lanzamiento de un FrankenVega.

El Sentinel-2C es un gemelo de los Sentinel-2A y 2B, lanzados respectivamente el 23 de junio de 2015 y el 7 de marzo de 2017. Su objetivo es dar continuidad a los datos recogidos por sus predecesores cuando fallen, pues aunque los dos están todavía en servicio ambos han superado su vida útil prevista de siete años. Con el mismo objetivo está previsto el lanzamiento del Sentinel-2D a mediados de 2028. Y más allá de eso los 2ANG y 2BNG –NG de nueva generación– a mediados de 2033 y 2035.

La misión de los Sentinel-2 es obtener imágenes de alta resolución de nuestro planeta en el espectro visible y en el infrarrojo cercano, en un total de 13 bandas, gracias al Multi Spectral Imager o MSI, su instrumento principal.

Esas imágenes permiten generar mapas sobre el uso de la tierra con especial énfasis en la cubierta vegetal de esta, para obtener mapas de la cantidad de vegetación que hay en una zona determinada, y el contenido en clorofila y agua de esta, con el objeto de ayudar en la planificación de cosechas También permiten vigilar el crecimiento de la cobertura vegetal, o su desaparición, vigilar los bosques, y capturar imágenes de inundaciones o erupciones volcánicas para ayudas en las tareas de ayuda posteriores. Y por si todo eso fuera poco proporcionan información acerca de polución en lagos y aguas costeras.

Los Sentinel 2 pertenecen al programa Copérnico (Copernicus) de observación terrestre que gestiona la Agencia Espacial Europea (ESA) la Unión Europea. Consta hasta ahora de seis misiones Sentinel (Centinela), numeradas del 1 al 6, con distintos objetivos:

  • Sentinel-1 proporciona imágenes radar diurnas y nocturnas en cualquier condición meteorológica para servicios terrestres y oceánicos. Hay dos en órbita pero el 1B ya no está en funcionamiento.
  • Sentinel-2 proporciona imágenes ópticas de alta resolución para servicios terrestres y para servicios de emergencia. Hay dos en órbita.
  • Sentinel-3 proporciona servicios de vigilancia oceánica y terrestre global. Hay dos en órbita.
  • Sentinel-4 proporcionará datos para la vigilancia de la composición atmosférica. Será lanzado como parte de la carga útil de un satélite Meteosat de Tercera Generación. El lanzamiento estaba previsto para 2024 pero con la decisión de lanzar el MTG con un Falcon 9 en lugar de con el Ariane 6 probablemente ya no será antes de 2025.
  • Sentinel-5 también proporcionará datos para la vigilancia de la composición atmosférica. Irá a bordo de uno de los satélites del Sistema Polar de Segunda Generación (EPS-SG) de EUMETSAT y se lanzará en 2025. Pero mientras, y para mantener la continuidad de los datos está en órbita el Sentinel-5P
  • Sentinel-6 pretende dar continuidad a las mediciones altimétricas de alta precisión del nivel del mar tras el satélite Jason-3. Hay uno en órbita con la previsión de lanzar un segundo en noviembre de 2025

Pero ya está adjudicada la construcción de seis nuevas misiones dentro del programa para amplicar sus capacidades.

El programa está en Twitter como @CopernicusEU.

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