Por @Wicho — 5 de Mayo de 2020

El programa espacial tripulado chino ha dado un importante paso adelante con el lanzamiento con éxito del primer cohete Larga Marcha 5B. Es la versión adaptada del Larga Marcha 5 para el lanzamiento de su nueva nave espacial tripulada y de los módulos de la estación espacial.

En este primer lanzamiento ha puesto en órbita una versión de prueba de la nueva cápsula tripulada, que ascenderá usando sus motores hasta alcanzar los 8.000 kilómetros de altitud. Desde ahí simulará una reentrada de una misión más allá de la órbita baja terrestre. La misión durará tres días y permitirá poner a prueba sus sistemas así como el despliegue de los paracaídas, el aterrizaje, que usa un airbag para amortiguar el impacto final, y la recuperación de la cápsula una vez en tierra. También permitirá probar su capacidad de reutilización parcial, reemplazando el escudo térmico para una futura misión.

Impresión artística de la nueva nave en el espacio - CNSA
Impresión artística de la nueva nave en el espacio – Administración Espacial Nacional China (CNSA),

Queda aún por analizar los datos obtenidos durante el lanzamiento pero si todo ha ido tan bien como parece China podría lanzar el primer módulo de la estación espacial a principios de 2021.

Impresión artística de la estación espacial en órbita - CAST
Impresión artística de la estación espacial en órbita – China Academy of Space Technology (CAST),

Aunque antes un Larga Marcha 5 mandará rumbo a Marte la misión Tianwen-1, compuesta por un orbitador y un rover. Será en la ventana de lanzamiento de julio de 2020.

Es, además, una buena noticia por partida doble porque en menos de un mes habían fallado dos lanzamientos chinos, el de un Larga Marcha 3B el pasado 9 de abril y el de un Larga Marcha 7A el 16 de marzo.

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