Por @Wicho — 20 de diciembre de 2019

Lanzamiento
Despegue de la Starliner OFT – NASA

Tal y como estaba previsto, y tras una cuenta atrás sin ningún tipo de problema, a las 12:36 del 20 de diciembre de 2019 un cohete Atlas V con la primera cápsula Starliner de Boeing destinada a la Estación Espacial Internacional despegaba desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 41 de Cabo Cañaveral.

El cohete volaba por primera vez en una nueva configuración en la que los dos motores de la segunda etapa estaban «tuneados» para dar más potencia de la habitual y poder así levantar el peso extra de la cápsula. Pero como es costumbre en los Atlas V funcionó a la perfección y a los 14 minutos y 54 segundos del despegue dejaba la Starliner en la trayectoria programada.

Pero a partir de ahí empezaron a torcerse las cosas. La Starliner tenía que encender sus motores a los 31 minutos del lanzamiento para circularizar su trayectoria y entrar en órbita; de no hacerlo reentraría en la atmósfera sobre el Océano Pacífico menos de una hora después del lanzamiento.

Esta trayectoria fue escogida para, por un lado, minimizar las fuerzas g a las que se ve sometida la tripulación de la cápsula, y por otro para asegurarse de que vuela en un perfil en el que el sistema de escape tiene más margen de maniobra en caso de ser necesario su uso.

El problema es que la Starliner no disparó sus motores en el momento previsto.

Tras varias horas de confusión en las que no se sabía tan siquiera si la cápsula estaba en órbita la conclusión es que sí lo está. Pero en una órbita que no le va a permitir llegar a la Estación Espacial Internacional.

Impresión artística de una Starliner en órbita
Impresión artística de una Starliner en órbita – Boeing

Al parecer el reloj interno de la Starliner no estaba sincronizado con la hora del MundoReal™, así que la cápsula iba por libre y no disparó los motores para entrar en órbita cuando tenía que hacerlo. Pero al mismo tiempo el sistema de control de actitud, que al parecer creía que los motores estaban encendidos, estaba usando los motores de maniobra de la cápsula para mantener su orientación con mucha precisión para asegurarse de que entraba en órbita de forma correcta.

Desde el control de la misión vieron rápidamente que había un problema- Pero siendo Murphy como es justo en ese momento la Starliner estaba «fuera de cobertura» de los satélites de comunicación de la NASA que le habrían permitido recibir el comando manual que le enviaron desde Tierra para iniciar la maniobra de inserción orbital.

Además, como esta misión de prueba no era tripulada no había nadie a bordo para tomar los mandos. Rosie The Rocketeer, un maniquí lleno de sensores que va a bordo de la cápsula, no está entrenada para ello.

Rosie The Rocketeer
Rosie The Rocketeer, un claro homenaje a Rosie The Riveter – Boeing

Para cuando consiguieron hacer llegar a la cápsula la orden de que encendiera los motores –con unos ocho minutos de retraso– ya era demasiado tarde para ir hacia la Estación Espacial Internacional pues todas esas maniobras del sistema de control de actitud habían consumido demasiado combustible. Así que desde el control de la misión optaron por una inserción orbital que asegurara que no se desintegraba en la atmósfera y que les diera tiempo para pensar las cosas.

Ahora mismo los planes parecen ser que la Starliner pase 48 horas en órbita para que el domingo por la mañana aterrice en White Sands; este tiempo de espera será utilizado para asegurarse de que el reloj va por la hora que tiene que ir y para hacer algunas pruebas en órbita por aquello de que si hay que ir se va pero ir «pa ná» es tontería.

Boeing ha montado un sitio web para ir informando de las novedades.

Lo que no está claro aún es si la NASA exigirá repetir la misión, conocida como Boeing Orbital Flight Test (Boe-OFT), vuelo orbital de prueba de Boeing. Porque aunque el objetivo era probar absolutamente todos los aspectos de una misión real pero sin arriesgar la vida de nadie parece ser que el atracar en la EEI no es un requisito de la misión. Eso sí, aún falta traer la cápsula de vuelta a Tierra de una sola pieza.

Impresión artística de una Starliner atracando en la Estación Espacial Internacional
Impresión artística de una Starliner atracando en la Estación Espacial Internacional, algo que ya sabemos que no sucederá en esta misión - Boeing

Decida la NASA que es necesario repetir la misión o no y por mucho que insistan en que hoy han salido bien muchas cosas lo que es seguro es que provocará algún retraso en el lanzamiento de la primera misión tripulada de una Starliner.

Y en cualquier caso es un duro golpe para la imagen de Boeing, que si ya lleva meses perseguida por los problemas de software que provocaron los accidentes mortales de dos aviones de pasajeros Boeing 737 MAX lo último que necesitaba es que también la Starliner haya fallado por un problema de software.

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