Por @Wicho — 23 de mayo de 2018

Tras su lanzamiento a bordo de un Falcon 9 los dos satélites de la misión Grace-FO ya están en órbita y en comunicación con el control de la misión.

Grace Follow–On sigue los pasos de la misión Grace, de Gravity Recovery and Climate Experiment, Experimento de Clima y Recuperación Gravitatoria, que estuvo en servicio entre 2002 y 2017, sobrepasando de largo los cinco años de duración previstos inicialmente.

Los dos satélites vuelan en formación y miden continuamente sus posiciones relativas gracias al GPS y un sistema de microondas y otro láser que transmite señales entre ambos. Cualquier movimiento es debido a una variación en el campo gravitatorio terrestre, que es lo que miden con extremada precisión. Estas variaciones las causa la presencia de más o menos masa en el lugar que están sobrevolando y los datos obtenidos permiten medir las variaciones causadas por el desplazamiento de agua debido a las corrientes oceánicas o a los acuíferos, así como variaciones en las capas de hielo y en la propia corteza terrestre.

Algunos de los resultados obtenidos por la misión original nos indican que:

  • El derretimiento de las capas de hielo y la disminución de los acuíferos están contribuyendo a los bamboleos de la Tierra al rotar.
  • Unos pocos años de fuertes precipitaciones pueden hacer que se almacene tanta agua en tierra que el nivel de aumento global del nivel del mar se desacelere o incluso se detenga brevemente.
  • Un tercio de los acuíferos subterráneos del mundo se está drenando más rápido de lo que se puede reponer.
  • En la Amazonia los pequeños incendios debajo del dosel de los árboles pueden destruir más bosques que la deforestación, lo que implica que las condiciones climáticas, como la sequía, pueden ser una amenaza mayor para la selva tropical que la deforestación.
  • Australia sube y baja dos o tres milímetros cada año debido a los cambios en el centro de masa de la Tierra causados por el movimiento del agua.

Los dos nuevos satélites, básicamente idénticos a los anteriores aunque con componentes más modernos, aunque el sistema láser de seguimiento es completamente nuevo, están diseñados para durar al menos cinco años. Pero es razonable que puedan durar mucho más como hicieron los originales.

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