Impresión artística* de la Europa Clipper en su configuración de principios de 2017 – NASA/JPL-Caltech
El que durante muchos años fue el nombre extraoficial de la misión que la NASA está diseñando para explorar Europa –la luna de Júpiter, no el continente– a pesar de lo que dijera Arthir C. Clarke se ha convertido finalmente en su nombre oficial.
Europa Clipper es una misión diseñada para entrar en órbita alrededor de Júpiter –entrar en órbita alrededor de Europa sería imposible sin una enorme carga de combustible debido a la escasa gravedad de la luna– pero con unas órbitas diseñadas para aproximarse el menos en 45 ocasiones a Europa al altitudes de entre 2.700 y 25 kilómetros.
Lo que se ahorre la NASA en peso de combustible, suponiendo que hubiera un cohete capaz de lanzar la Europa Clipper con toda esa masa, lo gana tanto en peso dedicado a los instrumentos científicos como en blindaje de los sistemas de a bordo frente a la intensa radiación que hay en las proximidades de Júpiter.
En su configuración actual –que podría cambiar antes del lanzamiento Europa Clipper llevaría a bordo nueve instrumentos que si bien no están diseñados para buscar vida, lo que es más complicado de lo que parece, podrían ayudar a delimitar claramente las condiciones reinantes en Europa. Esto a su vez nos permitiría compararlas con las de algunos ambientes que tenemos más a mano en los que hay vida, como por ejemplo reactores nucleares en los que anidan microbios. Por supuesto también está previsto que lleve a bordo una cámara que nos permitiría obtener imágenes del 90% de la superficie de Europa con una resolución inferior a los 50 metros.
Lo que se ha caído por el camino es un aterrizador, que de ningún modo cabía en el presupuesto de unos 2100 millones de dólares que la administración Obama le había dado a la NASA para esta misión con el objeto de lanzarla en 2022; de hecho está por ver que ese dinero baste para tener la Europa Clipper sin aterrizador lista para 2022.
Y eso por no hablar de que el Space Launch System, el lanzador necesario para que llegue allí en 2025, no está todavía listo.
Así que toca esperar a ver qué decisiones toma al respecto la administración Trump. Pero al menos la misión tiene un bonito nombre reminiscente de los grandes veleros del siglo XIX y de algunos aviones de principios del XX.
La misión está en Twitter como @NASAEuropa, aunque lo mismo la cuenta cambia de nombre en breve.
*Sí, el Astrónomo Indignado tendría razón al echar espumarajos por la boca en lo que se refiere a l aposición de Júpiter respecto a Europa en la ilustración. Pero así queda más bonita. Y eso lo justifica. ¿O no?