#NASAWebb’s mirrors are warming up their moves!
— NASA Webb Telescope (@NASAWebb) January 12, 2022
Its 18 primary mirror segments have motors to align them to perform as one big mirror. Today we confirmed that all motors (including those on Webb's other mirrors) are in working order: https://t.co/5YkYMn0FlL #UnfoldTheUniverse pic.twitter.com/G821WqTuii
Se han terminado –afortunadamente– los grandes movimientos de componentes del telescopio espacial James Webb. Pero aún queda bastante por hacer antes de que pueda empezar a «acer la cencia». El equipo de la misión ha dado otro paso adelante con la activación y confirmación del correcto funcionamiento de los motores de los espejos del telescopio. Son 126 motores –actuadores– en los espejos del espejo principal; seis en el espejo secundario; y los del espejo de ajuste fino. El espejo terciario no se mueve.
Cada uno de los 18 espejos que forman el espejo principal tiene en su parte posterior seis actuadores que permiten moverlo con una precisión de 10 nanómetros, lo que equivale más o menos a una diezmilésima (1/10.000) parte del grosor de un cabello humano, para colocarlo en la posición necesaria para enfocar el telescopio. Y otro actuador más para ajustar la curvatura individual de cada espejo. El espejo secundario cuenta con los seis actuadores para moverlo pero no con el séptimo para ajustar su curvatura. El espejo terciario es fijo. El espejo de ajuste fino, por su parte, se mueve para ajustar cualquier posible desplazamiento del Webb que detecte su sensor de guiado fino. Su función es similar al del sistema de estabilización de imagen óptico de algunos objetivos. Sólo que es casi infinitamente más preciso. Con todos esos motores los espejos pueden ser colocados en posición y forma para que el Webb «vea» correctamente.
Todos los espejos del Webb están hechos de berilio, material escogido por su ligereza y estabilidad aún a los -233ºC a los que va a funcionar el Webb. Están, además, recubiertos de una capa de oro de 1.000 angstroms de grosor –es tan fina que apenas han sido necesarios 48 gramos para cubrir los 25 m² del espejo principal– que a su vez está protegida por otra fina capa de cristal.
Cada uno de los que forman el primario ellos mide 1,32 metros de diámetro y pesa 20 kilos. Son los 18 sumados los que dan un área efectiva de 25 m² al espejo principal, que es con diferencia el más grande que hayamos enviado jamás al espacio. El secundario mide 74 centímetros de diámetro y en vez de ser plano es cóncavo (abombado hacia fuera). Actúa como una especie de lupa que permite llevar la distancia focal del Webb a los 131 metros con una apertura de f/16,67.
Una vez comprobado que los actuadores funcionan correctamente el equipo del Webb ya está con la tarea de liberar los espejos de los amortiguadores que los protegían de vibraciones durante el lanzamiento. Es un proceso que llevará casi dos semanas porque aún yendo a calzón quitado se tarda un día en mover un milímetro todos los espejos, entre otras cosas porque para simplificar las cosas los actuadores sólo se pueden mover de uno en uno. Y cada uno de los espejos tiene que moverse 12,5 milímetros para quedar liberado. Cuando estén liberados –con 0 mm de desplazamiento– será cuando empiecen con el proceso de alineado de los espejos.
El desplazamiento de los espejos de puede seguir en línea – NASA
Pero por ahora no hay prisa ya que también hay que esperar a que el Webb termine de enfriarse. En el momento de publicar esta anotación el espejo primario está a -200ºC pero aún tiene que llegar a los -233ºC.
El despliegue del Webb se puede seguir en la web Where is Webb? Aunque hay información más inmediata en la cuenta de Twitter @NASAWebb, gestionada por la NASA, y en @ESA_Webb gestionada por la Agencia Espacial Europea (ESA).
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