Por @Wicho — 22 de junio de 2022

Cuenta atrás parada en T-29 segundos – NASA
Cuenta atrás parada en T-29 segundos – NASA

El pasado 6 de junio la NASA llevó el cohete SLS por segunda vez a la plataforma de lanzamiento para volver a intentar cargarlo de propelentes antes de su primera misión con destino a la Luna. Es un ensayo conocido como Wet Dress Rehearsal en el que se siguen todos los pasos que se darían en un lanzamiento real, pero parándolo 10 segundos antes del despegue. A mediados de abril la agencia intentó hasta en tres ocasiones hacer la prueba sin conseguirlo.

Y por fin el sábado 18, 30 minutos después la llegada de las personas del equipo de lanzamiento a sus puestos, comenzó la cuenta atrás de algo más de 45 horas que tenía que terminar con la carga completa de propelentes.

Lleno, por favor

Las operaciones de carga propiamente dichas comenzaron el lunes 20 a las 12:00, hora peninsular española (UTC +2), con la cuenta atrás en L-8 horas y 40 minutos de la cuenta atrás. El primer paso fue la revisión de las condiciones meteorológicas. Estipulan que debe haber menos de un 20% de probabilidades de que se produzcan rayos en un radio de 9,3 kilómetros (5 millas náuticas) de la plataforma durante la primera hora de la carga; que el viento no deben ser superiores a 69,45 km/h (37,5 nudos); y que la temperatura no puede ser inferior a 7,2 °C (41 grados Fahrenheit). Y, tal y como estaba previsto, la meteorología colaboró.

El objetivo inicial era llegar al T-0 a las 20:40, de nuevo hora peninsular española. Pero problemas con una válvula del circuito de suministro de nitrógeno gaseoso lo retrasó a las 22:38. Ya en las pruebas de abril había habido problemas con el suministro de nitrógeno, pero el fallo había estado en otra parte del circuito. Hay que recordar, de todos modos, que la agencia y su personal están aprendiendo sobre la marcha, así que no es de extrañar que sucedan estas cosas.

Más tarde apareció una fuga de hidrógeno líquido en uno de los puntos de desconexión rápida que unen la torre de lanzamiento con la primera etapa del cohete. En abril también hubo problemas con una fuga de hidrógeno, pero estaba situada en otro punto, y el pasado lunes no dio problemas.

Varios intentos de solucionar la fuga no dieron resultado, así que el equipo propuso «engañar» al ordenador que gestiona la cuenta atrás aumentando el flujo de hidrógeno para que los sensores no detectaran la fuga. No es un procedimiento que se pudiera utilizar en un lanzamiento real pero sirvió para poder avanzar con la prueba.

Al final, con todos los retrasos acumulados, el equipo decidió llevar la prueba sólo hasta el momento en T-29 segundos, que es cuando el ordenador de lanzamiento toma el control del proceso. Aunque la idea original era hacer esa parada en T-29 segundos, reciclar todo a T-10 minutos, y volver a lanzar el proceso hasta llegar hasta T-9 segundos.

Casi, pero no

Así que aunque por fin fue posible cargar de hidrógeno y oxígeno líquidos los depósitos de la primera y segunda etapas del SLS, al final hubo puntos de prueba que quedaron sin ejecutar.

Por ello la agencia tiene que decidir si le vale con lo que consiguió probar o si, por el contrario, hará un quinto intento de ejecutar el WDR. En principio completarlo era un requisito previo antes de seguir adelante con el lanzamiento de la misión Artemisa I, que tiene como objetivo colocar una cápsula Orión no tripulada en órbita alrededor de la Luna y traerla luego de vuelta a la Tierra.

Impresión artística de la cápsula Orión de la misión Artemisa I sobrevolando la Luna con la Tierra al fondo – NASA/Liam Yanulis
Impresión artística de la cápsula Orión de la misión Artemisa I sobrevolando la Luna con la Tierra al fondo – NASA/Liam Yanulis

Aunque, decidan lo que decidan, el SLS tiene que volver al Edificio de ensamblado de vehículos para solucionar la fuga de hidrógeno y para armar el sistema de autodestrucción, que tiene que estar listo para funcionar cuando el cohete despegue.

Así que, con mucha suerte, podría estar listo para la ventana de lanzamiento que va del 23 de agosto al 6 de septiembre. Pero parece poco probable. Después de esa, hay otras cuatro ventanas de lanzamiento en lo que queda de 2022. Hace unas semanas le daba al SLS una probabilidad del 50% de despegar antes de que acabe el año. Aunque creo que, visto lo visto, lo voy a dejar en un 40%… y bajando.

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