Por @Wicho — 18 de febrero de 2019

Anne McLain en la Soyuz MS-11
Anne McLain en la Soyuz MS-11 - NASA

Desde que en 2011 retirara del servicio los transbordadores espaciales la NASA no tiene otra forma de enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional –o a cualquier otro destino, de hecho– que comprando asientos en las cápsulas Soyuz rusas.

Esta dependencia terminará en el momento en el que Boeing y SpaceX consigan poner en servicio sus cápsulas tripuladas, la CST-100 Starliner y la Dragon 2 o Crew Dragon. Pero aunque parece que los primeros vuelos de prueba no tripulados de estas naves podrían producirse pronto –es cuestión de semanas en el caso de la Dragon 2– la NASA a decidido comprar dos asientos más en otras tantas Soyuz por si acaso. Uno de ellos sería para utilizar en el otoño de 2019 y otro en primavera de 2020.

La Soyuz MS-11 llegando a la EEI
La Soyuz MS-11 llegando a la EEI con la Astronauta de la NASA Anne McLain a bordo - ESA/Alexander Gerst

Y es que si la entrada en servicio de la Crew Dragon y de la Starliner se retrasan –algo que tampoco sería de extrañar visto los retrasos que ya ha sufrido, pues estaba originalmente planeada para 2017– la NASA simplemente no tiene forma de enviar a nadie a la EEI a partir de octubre de 2019 porque se le terminan los asientos comprados en las Soyuz. Es más, tal y como están las cosas ahora en diciembre de 2019 el último astronauta estadounidense tendría que dejar la EEI cuando su Soyuz volviera a Tierra.

Esta compra responde a recomendaciones que llevan haciendo más de un año el Comité consultivo para la seguridad aeroespacial (Aerospace Safety Advisory Panel, ASAP) de la propia NASA y la Oficina del interventor general de los Estados Unidos (Government Accounting Office, GAO); insisten en que hay que tener un plan B por si acaso.

Pero por ahora los próximos astronautas de la NASA en volar en una Soyuz serán Nick Hague –que insiste tras el fallo del lanzamiento de la Soyuz MS-10– y Christina Koch. Si todo va según lo previsto el lanzamiento de su nave, la Soyuz MS-12, se producirá el próximo 14 de marzo.

La vez anterior que la NASA compró asientos en naves Soyuz, en 2017, también por el retraso de las naves comerciales, lo hizo, curiosamente, a través de Boeing.

(Vía SpacePolicyOnline).

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