Por @Wicho — 5 de Agosto de 2024

La Calypso vista a través de una de las ventanillas de la Crew Dragon Endeavour
La Calypso vista a través de una de las ventanillas de la Crew Dragon Endeavour – NASA

Después de la prueba de encendido de los motores de la Starliner Calypso en la Estación Espacial Internacional (EEI) el pasado 27 de julio se suponía que la NASA ya iba a tener todos los datos necesarios para tomar una decisión respecto a su vuelta a casa. Pero lo cierto es que no parece que tenga nada claro qué hacer con ella. Incluido mandarla de vuelta vacía y que Butch Wilmore y Sunita Williams vuelvan a casa en una Crew Dragon.

De hecho había convocada una Flight Readiness Review (FRR) para el viernes 1 para tratar el asunto. En una FRR todas las partes implicadas se reúnen para ver si la misión está lista para el vuelo. Pero esa FRR fue pospuesta sine die mientras se siguen analizando los datos y se planifican los pasos necesarios para un retorno seguro.

Quizás la hagan esta semana. Pero por de pronto parece claro que Wilmore y Williams no volverán tampoco esta semana a casa, al menos a tenor de un contacto por radio de ella desde la EEI con la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional programada para el viernes 9.

Mientras, la anotación en el blog del Programa de Tripulaciones Comerciales (CCP) enlazada arriba, del día 1 de agosto, es la última comunicación oficial de la NASA al respecto. Aunque Boeing publicaba el día 2 una anotación en la que, por supuesto, dicen que todo bien.

Lista de puntos que ha comprobado Boeing
Todo OK con la Calypso – Boeing

Así que mientras se toma algún tipo de decisión la Calypso lleva ya 62 días en el espacio cuando inicialmente la duración prevista de la misión era de 8 días. De hecho la NASA ha incluido cosas como ropa y comida para Wilmore y Williams en la cápsula de carga Cygnus 21. Aunque también es verdad que sus maletas tuvieron que ser retiradas a última hora de la Starliner porque hubo que cambiarlas por una bomba para la unidad de procesado de orina de la Estación así que estaban escasos desde el primer día de la misión.

Pero ojo, que ninguna de las alternativas es buena. Todas tienen sus ventajas e inconvenientes.

Si la NASA decide traer a Wilmore y Williams en la Starliner a pesar de que Boeing aún no sabe a ciencia cierta qué causó el fallo de algunos de sus motores de maniobra durante su aproximación a la EEI ni las cinco fugas de helio en el sistema de presurización de los propelentes será criticada por ello.

Aunque es cierto que se trata de una misión de prueba y hay que aceptar algunos riesgos. Pero lo lógico y necesario es poder cuantificarlos antes de tomar una decisión, algo que ni Boeing ni la NASA realmente parecen en disposición de hacer. Y no digamos si las cosas salen mal y hay algún tipo de problema durante la vuelta o si, en el peor de los casos, les cuesta la vida a sus tripulantes.

Si, por el contrario, la NASA decide que la Calypso vuelva a casa vacía y trae de vuelta a Wilmore y Williams en una Crew Dragon, sería un golpe muy grande para una de las más grandes empresas de la industria aeroespacial estadounidense. Y también para la NASA, que maniobró denodadamente para que Boeing se llevara uno de los contratos del Programa de tripulaciones comerciales, tal y como cuenta Lori Garver en su libro Escaping Gravity.

Claro que utilizar una Crew Dragon implicaría desbaratar la programación de futuros vuelos: la tripulación Crew-9 está a apenas dos semanas de despegar tumbo a la Estación Espacial Internacional en la Crew Dragon Endurance; la Crew Dragon Resilience ha sido modificada para la misión Polaris Dawn y ahora mismo no se puede acoplara a la EEI; y la Crew Dragon Endeavour está en la EEI como nave de la tripulación Crew-8. Eso sólo deja libre a la Crew Dragon Freedom, cuya última misión fue la Axiom Ax-3. Pero aún no está preparada para volar de nuevo.

Y además, en el caso de optar por la Crew Dragon, si el vuelo de vuelta de la Calypso se desarrolla sin problemas, Boeing le dará caña a la NASA por haberse pasado de precavida.

Pero por ahora, y en especial mientras no aumente el nivel de transparencia en la comunicación sobre todo esto, parece el momento de sacar ese viejo chascarrillo que dice que NASA viene de Never A Straight Answer, Nunca una respuesta directa.

Lo único claro por ahora es que la Starliner ya no entrará en servicio al menos hasta el verano de 2025. Y eso si Boeing no decide retirarse del programa, en el que lleva perdidos más de 1.000 millones de dólares.

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