Impresión artística de de Opportunity en Marte por Seán Doran
En estos momentos hay una tormenta de polvo sobre Marte que cubre la cuarta parte de la superficie del planeta pero que amenaza con convertirse en una tormenta global. Las sondas que tenemos en órbita a su alrededor, incluso las que ocupan unas órbitas más bajas, no se verán afectadas. Curiosity, que tiene un RTG, tampoco; como mucho puede acumular algo de polvo en los objetivos de sus cámaras, pero caería con el traqueteo de los movimientos del rover.
El que tiene verdaderos problemas es Opportunity, pues depende de sus paneles solares para cargar sus baterías y ahora mismo lleva varios días sumido en la oscuridad y sin poder recargarlas, por lo que está en un modo de hibernación programado para este tipo de eventualidad.
Simulación de cómo se ha ido oscureciendo el cielo para Opportunity
La NASA organizó una teleconferencia con John Callas, director del proyecto de Opportunity en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, Pasadena, California, Rich Zurek, científico jefe de la Oficina del Programa Marte en el JPL, Jim Watzin, director del Programa de Exploración de Marte en la sede de la NASA en Washington y Dave Lavery, ejecutivo de la NASA para los rovers Opportunity y Curiosity.
Esto es lo que contaron:
- La última vez que recibieron datos de Opportunity sus baterías estaban produciendo 22 vatios, que es prácticamente lo mínimo para mantener el reloj. Mientras el reloj esté en funcionamiento el rover intentará despertarse cada mediodía marciano para comprobar si hay carga suficiente en las baterías como para comunicarse con tierra. En este modo es fácil saber cuando Opportunity va a intentar llamar a casa. Y de hecho es el modo que usa habitualmente Opportunity para pasar la noche.
- Pero si la carga de las baterías cae lo suficiente como para no poder mantener el reloj en hora entra en funcionamiento otro modo de recuperación que básicamente lo que hace es reiniciarse en cuanto hay suficiente energía en las baterías y comprobar cada cuatro horas si está el Sol en el cielo. Si lo está, intenta arrancar el rover para comunicarse con el control de la misión. En este caso lo complicado es que no sabemos a qué hora está intentando comunicarse, con lo que el procedimiento de recuperación se complica. Las baterías, por cierto, ya quisiéramos tenerlas en nuestros móviles: llevan más de 5.000 ciclos de carga y descarga y aún conservan una eficacia del 85%.
- Es difícil estimar cuanto tiempo podrá aguantar Opportunity así, aunque juega a su favor que en Marte está empezando el verano, con lo que las temperaturas son lo más benignas que pueden ser; cuando murió Spirit era invierno y hacía mucho más frío. Además la tormenta de polvo captura calor, lo que también juega a favor de las posibilidades de supervivencia del rover.
- La NASA calcula que entre el jueves 14 y el viernes 15 se alcanzará una situación de equilibrio térmico en el que las ocho unidades de calor de radioisótopos que lleva el rover y que funcionan sin necesidad de electricidad conseguirán estabilizar su temperatura a unos -36ºC, lo que está por encima de los -40ºC que son el límite para alguno de los componentes de a bordo.
- El problema principal es que no tenemos ni idea de lo que puede durar la tormenta. Pueden ser semanas o meses. La NASA, mientras tanto, está usando su flota de sondas en órbita y a Curiosity para estudiar la tormenta con la idea de aprender todo lo posible de ella de cara a futuras misiones.
Así que toca armarse de paciencia y esperar. Como decía Callas, ahora mismo lo de Opportunity –en especial para el equipo de la misión– es como cuando tienes a un pariente en coma en el hospital pero los médicos te dicen que hay esperanza de que salga adelante. Callas mencionó específicamente a una abuela por la edad de Opportunity, que lleva casi quince años en Marte cuando está diseñado para durar 90 días.