Por @Wicho — 11 de mayo de 2022

Ingenuity sobre la superficie de Marte fotografiado por Perseverance – NASA/JPL-Caltech/ASU
Ingenuity sobre la superficie de Marte fotografiado por Perseverance – NASA/JPL-Caltech/ASU

El pasado 3 de mayo el helicóptero Ingenuity de la NASA no dio señales de vida durante la sesión de comunicaciones programada para ese día. Pero para el día 5 el control de la misión ya había conseguido volverse a poner en contacto con él. Así que el susto solo duró unas horas. Aunque aún queda para que puedan –podamos– respirar aliviados.

La radio de Ingenuity no tiene ni de lejos la potencia necesaria para hacer llegar una señal a la Tierra. Así que se pone en contacto con el control de la misión utilizando el rover Perseverance como relé de comunicaciones. Y el día 3 no llamó a casa a la hora prevista.

Una vez detectado el problema y con la idea de ver qué estaba pasando desde el control de la misión pusieron al rover en modo escucha permanente. Y el día 5 sí consiguió establecer contacto con el helicóptero, aunque no a la hora programada.

Ingenuity empezó transmitiendo un mínimo de datos para conservar energía una vez detectado por su parte también que había perdido el contacto. El análisis de los datos recibidos indica que en algún momento de la noche del 2 al 3 la carga de las baterías del helicóptero bajó demasiado. Eso hizo que su «cerebro» fuera desconectado para dar prioridad a los calentadores que evitan que los componentes de a bordo se enfríen demasiado. Aunque al final la carga bajó tanto que también se desconectaron los calentadores, con lo que solo quedó activo a bordo lo mínimo para intentar volver a cargar las baterías en cuanto volviera a salir el Sol.

Pero para cuando las baterías tuvieron la carga suficiente para reactivar el «cerebro» del helicóptero ya había olvidado la hora, que es uno de los parámetros que almacena ahí. Por eso no se puso en contacto con Perseverance a la hora programada: cada uno de los dos vehículos vivía en un momento diferente del día. Sólo se sincronizaron cuando consiguieron restablecer las comunicaciones; el rover manda en esto, ya que tiene un generador térmico que evita que nunca se quede sin electricidad.

El problema de Ingenuity es que en esta época del año en Marte, según se acerca el invierno, aparte de hacer más frío, también hay más polvo en la atmósfera. Eso reduce la capacidad de producir electricidad de sus paneles solares y por ende su le cuesta más cargar las baterías.

Desde el control de la misión, de todos modos, han diseñado una estrategia que creen que puede volver a poner el helicóptero en condiciones óptimas de funcionamiento. Para ello han reprogramado el software de a bordo de modo que en vez de activar los calentadores cuando la temperatura de las baterías baje a -15 ºC lo hagan al llegar a los -40 ºC. Y entonces el helicóptero se apaga de forma casi inmediata y ordenada para conservar el máximo de batería. La idea es que al salir el Sol al día siguiente las baterías sigan cargándose desde un nivel no tan bajo y así en unos días alcanzar de nuevo una carga completa que permite retomar las operaciones.

Dejar bajar tanto la temperatura es un riesgo: en la zona de Marte en la que está el helicóptero se alcanzan los -80 ºC en esta época del año y algún componente podría «cascar». Pero a estas alturas toca arriesgar. Y en cualquier caso no hay que olvidar que a estas alturas Ingenuity lleva más de un año en servicio en Marte y acumula ya 27 vuelos cuando en principio iba a durar un mes y a volar cinco veces. Se mire como se mire, su misión ha sido un éxito absoluto.

Aunque a estas alturas es raro, Ingenuity no tiene cuenta en Twitter. Pero sin embargo sí tiene RSS un blog. El que sí está en Twitter es Perseverance como @NASAPersevere.

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