Por @Wicho — 24 de agosto de 2024

Foto de larga exposición de la Starliner acoplada a la Estación Espacial Internacional con trazos de luz de la Tierra y las estrellas de fondo
La Starliner acoplada a la Estación Espacial Internacional – NASA

[Anotación en actualización]

En el día 80 de una misión que iba a durar ocho días por fin la NASA ha confirmado que ha decidido traer de vuelta la Starliner de Boeing sin tripulación.

El pasado 5 de junio la Starliner Calypso, tras muchos años de retrasos y una desastrosa primera misión no tripulada, despegaba en la misión Boeing Crew Flight Test (Boe-CFT, Misión tripulada de prueba de Boeing) con Butch Wilmore y Sunita Williams a bordo.

El objetivo era acoplarse a la Estación Espacial Internacional (EEI), permanecer en ella durante ocho días, y volver a Tierra. Así pondrían a prueba todas las fases de una misión tripulada de la Starliner a la EEI de cara a que la cápsula de Boeing pudiera entrar en servicio, lo que estaba previsto en esos momentos, al menos oficialmente, para finales de 2024.

Pero la Starliner despegó con un problema conocido: había una fuga de helio en su sistema de combustible. Y para cuando llegó a la Estación habían aparecido otras dos fugas más. A las que se sumaron otras dos después de que la cápsula se acoplara a la EEI para un total de cinco fugas. El helio es utilizado por la Starliner para presurizar los propelentes cuando está en caída libre y así asegurarse de que llegan a los motores cuando es necesario.

Esas fugas, aunque preocupantes, en principio no eran demasiado serias: al ritmo que perdían helio la Starliner tenía helio para setenta horas de vuelo. Y sólo necesita siete para el vuelo de vuelta. Aunque, claro, nadie está seguro de qué provoca esas pérdidas, así que cabía el riesgo de que fueran a más.

Pero el problema serio estaba con los motores de la cápsula. Durante su primera aproximación a la Estación varios de ellos se apagaron, por lo que hubo que abortar esa primera aproximación. Tras reiniciar los motores la cápsula pudo acoplarse ya sin mayores problemas a la EEI. Aunque uno de los motores no volvió a funcionar.

En estos casi tres meses en el espacio Boeing y la NASA han hecho numerosas pruebas tanto con los motores de la Starliner Calypso que está acoplada a la EEI como con uno en tierra que desmontaron de otra cápsula. Pero el problema es que no está claro del todo que los resultados sean concluyentes, ya que el régimen de uso de los motores y sus condiciones ambientales no son iguales en tierra que en el espacio. Así que no estaba nada claro que fueran a funcionar correctamente durante la maniobra de desacoplamiento de la Estación ni durante el viaje de vuelta.

Es fácil ver que las fugas de helio y, en especial, los problemas con los motores, podían suponer la pérdida de la cápsula durante el viaje de vuelta. Y con ella su tripulación de ir a bordo.

Con lo que finalmente la NASA ha tomado la decisión más segura: mandar la Starliner de vuelta a casa no tripulada y que Butch Wilmore y Sunita Williams se queden a bordo de la Estación Espacial Internacional hasta febrero de 2025.

Cosas que hacer de aquí a febrero de 2025

Lo que harán será volver a casa en la Crew Dragon Freedom, cuyo lanzamiento con la tripulación Crew-9 estaba previsto para mediados de agosto y que fue aplazado hasta el 24 de septiembre precisamente a expensas de la decisión de la NASA.

La tripulación estaba formada por Zenna Cardman como comandante, Nick Hague como piloto y Stephanie Wilson y Aleksandr Gorbunov como especialistas de la misión. Pero aunque la NASA aún no ha decidido quién se va a quedar en tierra para dejar sus sitios a Wilmore y Williams los rumores apuntan a que serán Cardman y Gorbunov quienes conserven sus plazas.

La Freedom llevará a bordo dos trajes para ellos ya que, en un momento WTF que ha recordado mucho al asunto de los filtros de dióxido de carbono durante la misión Apolo 13, los trajes de la Crew Dragon y los de la Starliner no son compatibles.

Pero para que la Crew Dragon Freedom se pueda acoplar a la Estación Espacial Internacional necesita que la Starliner haya dejado libre el puerto que está ocupando, pues sólo hay dos en el segmento estadounidense de la EEI. Eso está previsto que suceda a principios de septiembre, probablemente el día 6.

Y eso genera un problema extra, ya que una vez que la Starliner deje la EEI Wilmore y Williams se quedan sin nave en la que abandonar la Estación en caso de emergencia, algo para lo que mientras tanto utilizarían la Starliner. Así que hay que mientras llega la Freedom hay que adaptar la Crew Dragon Endeavour, que está acoplada al otro puerto de la Estación, a dónde ha llevado la tripulación Crew-8, para que puedan utilizar un palé de carga como una especie de asiento en caso de emergencia.

Un enorme fiasco para Boeing –aunque la NASA insiste en que una vez solucionados sus problemas sigue pensando en utilizar la Starliner para misiones tripuladas– y también para la NASA, que tenía que haber supervisado mejor todo el asunto.

Da mucho que pensar el que la agencia estuviera a punto de conceder sólo a Boeing el programa de tripulaciones comerciales. Menos mal que al final se impuso la idea de repartirlo con SpaceX.

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