Ocho meses después de haber perdido el contacto con él y después de haberlo intentado todo y un poco más para recuperarlo la NASA por fin ha tenido que aceptar que la misión de Opportunity ha terminado.
Pero vaya misión. Diseñado para durar 90 días marcianos y recorrer 1.000 metros al final la misión ha durado 5.352 soles en los que ha recorrido algo más de 45 kilómetros –un récord absoluto fuera de nuestro planeta– estudiando la superficie del planeta en búsqueda de indicios que indicaran que en el pasado existió agua en estado líquido sobre su superficie… aunque en realidad Opportunity tuvo mucha suerte porque ya en el cráter en el que aterrizó encontró unas esferas de hematita que, por todo lo que sabemos, sólo se forman en presencia de agua.
Su lugar de descanso está, muy apropiadamente, en el Valle de la Perseverancia. Se une a su gemelo, Spirit, que fue dado por perdido en 2011.
Pero el legado de ambos, tanto en forma de lo que ha aprendido su equipo a nivel técnico como en cuanto a la cantidad de datos científicos que ha enviado de vuelta a la Tierra, durará años.
#LoveYouOppy. Has sido un magnífico compañero de aventuras.