Los «futuristas» de Made in Space trabajan en ingeniería espacial que pueda ponerse en práctica en unos cinco años, quizá diez, y ahora han tenido la oportunidad de colaborar con la NASA en el programa NIAC (Innovative Advanced Concepts) que trata de encontrar soluciones para viajes a más largo plazo y a mucho más lejanas distancias.
Esta idea se llama Proyecto RAMA (de Reconstituting Asteroids into Mechanical Automata, inspirado en la novela de Arthur C. Clarke, claro) y consiste en una forma de aprovechar los asteroides para utilizarlos como naves espaciales. No serían naves en las que viajaran seres humanos, al menos en principio, sino más bien naves de transporte que llevaran provisiones y otro tipo de materiales a los puestos de avanzada que pudiéramos situar en los confines del Sistema Solar o más allá incluso.
La idea es que los componentes básicos de estas naves medio-rocosas medio-robóticas se fabricarían en una órbita cercana a la Tierra, se lanzarían hacia un asteroide adecuado –cuya órbita estuviera pasara cerca del objetivo años después– y que durante el viaje se «minara» el asteroide para conseguir los materiales y fabricar los mecanismos necesarios durante el propio viaje. Está basado en la idea de Jon von Neumann de los «robots replicadores».
La idea desde luego suena muy a novela de ciencia-ficción, pero la idea del grupo es crear una versión simplificada que pudiera realizar una prueba similar a tan solo varias distancias lunares de la Tierra. A ver si lo consiguen.
Relacionado: