Por @Wicho — 5 de abril de 2021

La Estación Espacial Internacional en octubre de 2018 – NASA/Roscosmos
La Estación Espacial Internacional vista desde la Soyuz MS-08 con Zvezda en primer plano – NASA/Roscosmos

En septiembre de 2019 los instrumentos de a bordo detectaron una pequeña fuga de aire en la Estación Espacial Internacional. Pero como no suponía ningún peligro inmediato hasta el verano de 2020 no se procedió a localizar su ubicación. Esta resultó estar en el módulo Zvezda, el que está al final de la Estación. En concreto está en su Cámara de transferencia, que es la parte final del módulo, la que contiene el puerto de atraque que usan las cápsulas de carga Progress y las cápsulas tripuladas Soyuz.

Zvezda fotografiado desde una Soyuz - NASA
La Cámara de transferencia de Zvezda es el segmento circular de color gris que contiene el puerto de atraque que se ve en el centro de la imagen - NASA

Las dos grietas que parecían causarla fueron reparada en marzo de este año con materiales llegados en una de las cápsulas de carga que visitan periódicamente la Estación. Pero la reparación sólo consiguió que la pérdida de presión se redujera a la mitad. Y así pasó a ser de 0,2 mm de mercurio por día, siempre muy por debajo de los 0,5 mm de Hg por minuto que se consideran una emergencia. Y además las cápsulas de carga llevan periódicamente a la Estación oxígeno y aire que permiten recuperar la presión atmosférica necesaria.

En cualquier caso nadie quiere tener una fuga de aire a bordo de una nave espacial, así que Sergey Ryzhikov y Sergey Kud-Sverchkov estuvieron a la caza y captura de nuevas fugas. Y el viernes pasado localizaron ni más ni menos que tres nuevas grietas que procedieron a sellar [enlace en ruso; Google te lo traduce]. Ahora toca comprobar de nuevo si han quedado bien selladas y si ya han sido localizadas todas. Para ello aislarán el módulo Zvezda del resto de la Estación y medirán cuidadosamente su presión atmosférica.

Como decía antes no es un problema urgente, pero sí deja ver que la Estación dista mucho de ser eterna; muy al contrario tiene fecha de caducidad y es cada vez más necesario ir pensando qué hacer con ella en el futuro; Zvezda, por ejemplo, lleva en el espacio desde el 12 de julio de 2000. Aunque los planes rusos podrían pasar por desgajar su segmento del resto de la Estación y convertirla en una estación espacial independiente, Zvezda incluido.

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