Por @Wicho — 29 de abril de 2018

Con unas horas de retraso desde el inicio de la ventana de lanzamiento debido a que las condiciones meteorológicas no eran adecuadas el octavo lanzamiento de prueba del cohete suborbital New Shepard de Blue Origin se producía a las 19:06 del 29 de abril de 2018, hora peninsular española. Iban a bordo varios experimentos y Mannequin Skywalker, el dummy instrumentado que está haciendo de conejillo de indias para los futuros tripulantes de carne y hueso de la cápsula tripulada que va en lo alto del cohete.

El lanzamiento de hoy tenía como objetivo expandir la envolvente de vuelo del cohete y la cápsula y para ello tenían el objetivo de conseguir los 350.000 pies de altitud. Los datos preliminares indican que se quedaron en los 347.485, que son 105.908,26 metros, aunque en cualquier caso es un récord para la cápsula.

¡Frena, frena!

Suaaaave…

El New Shepard aterrizó de vuelta a los 7 minutos y 27 segundos con la suavidad habitual. Aunque a mí me sigue asombrando la efectividad del motor, pues hasta muy pocos segundos antes del aterrizaje da la impresión de que se va a estampar contra el suelo por la velocidad a la que baja.

En tierra

La cápsula, por su parte, tomó tierra a los 10 minutos y 19 segundos, frenada primero por sus tres paracaídas y en los instantes finales por los motores de frenado. Sus tripulantes habrían disfrutado de unos cuatro minutos de ingravidez –en realidad de caída libre– entre la separación del cohete y el momento en el que comenzó a bajar hacia tierra.

Toda la misión parece haber sido absolutamente nominal, así que no parece descabellado que Blue Origin pueda cumplir con su objetivo de lanzar una misión tripulada –aunque más bien sería con pasajeros ya que todo el proceso es automático– antes de fin de año.

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