Osiris-Rex en configuración de tomar muestras
Además de la sonda Hayabusa 2 de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), que lleva desde finales de julio de 2018 estudiando el asteroide Ryugu hay otra misión en curso con destino a un asteroide.
Se trata de Osiris-Rex, de la NASA, que va a estudiar el asteroide Bennu y también va a tomar muestras para traerlas de vuelta a la Tierra para su ulterior estudio.
Está revisto que llegue a él en diciembre de 2018 pero como las cosas del espacio –como muchas otras– hay que hacerlas despacito y con buena letra el pasado 1 de octubre la sonda inició lo que los responsables de la misión definen como la fase de aproximación al asteroide. Para ello disparó su motor principal para frenar su velocidad relativa a Bennu y bajarla de 491 metros por segundo (algo menos de 1.800 kilómetros por hora) a 140 metros por segundo, unos 500 kilómetros por hora.
Durante las próximas seis semanas seguirá ejecutando la serie de maniobras de aproximación hasta que la cuarta, programada para el 12 de noviembre, termine de ajustar la trayectoria de la sonda para que llegue a una posición a unos 20 kilómetros de Bennu el 3 de diciembre.
Después de su llegada allí empezará a estudiar Bennu desde cerca llevando a cabo una serie de vuelos sobre su ecuador y sus polos desde distancias de entre 7 y 19 kilómetros. Luego, si todo va sobre lo previsto, en julio de 2020 tomará muestras en un par de sitios antes de poner de nuevo rumbo a la Tierra para entregar su cápsula de muestras en noviembre de 2023.
La misión está en Twitter como @OSIRISREx.