Por @Wicho — 3 de diciembre de 2018

Después de algo más de dos años y dos meses de viaje la sonda Osiris-REX de la NASA ha igualado su órbita con la del asteroide Bennu, que es el destino de la misión. En los próximos días la sonda sobrevolará los polos y el ecuador del asteroide para para medir con exactitud el tamaño del asteroide y hacer un cartografiado preliminar de Bennu para que el equipo de navegación adquiera los puntos de referencia necesarios para planear al detalle las siguientes maniobras.

La sonda va a Bennu en detalle con los instrumentos de a bordo, que consisten en tres cámaras, un altímetro láser que le permitirá crear un mapa topográfico detallado de su superficie, y tres espectrómetros que servirán para estudiar su composición. Pero el objetivo final de la misión es traer una muestra de al menos 60 gramos del material de su superficie, aunque puede llegar a ser de hasta dos kilos, para que sea estudiada en Tierra.

La toma de muestras está prevista para julio de 2020, pero antes de eso Osiris-REX habrá tenido que estudiar Bennu desde pocos cientos de metros para escoger primero cuatro puntos candidatos para la toma de muestras y finalmente uno según la composición que revelen los instrumentos.

Osiris-Rex en configuración de tomar muestras
Osiris-Rex en configuración de tomar muestras

Correrá a cargo de Tagsam, de Touch-And-Go Sample Acquisition Mechanism, un mecanismo que permitirá a la sonda coger ese máximo de 2.000 gramos de material de Bennu para traerlos de vuelta a la Tierra.

El viaje de vuelta lo emprenderá en 2021 y llegará de vuelta a principios de 2023, cuando, cuatro horas antes de su máxima aproximación a la Tierra, soltará la cápsula de muestras, que aterrizará en el desierto de Nevada convenientemente frenada por unos paracaídas. Si todo va bien será la primera misión de la NASA en traer de vuelta muestras de la superficie de un asteroide. Y si se trae los dos kilos completos establecerá un récord de peso en lo que se refiere a traer de vuelta muestras de cualquier tipo desde los tiempos de las misiones Apolo

Bennu fue escogido de una lista inicial de 7.000 objetivos potenciales. Tenía cuatro cosas a su favor: estaba relativamente cerca de la Tierra, gira relativamente despacio, su forma parecía relativamente suave, y químicamente resulta interesante; es como una muestra del sistema solar conservada desde sus tiempos primigenios.

La misión está en Twitter como @OSIRISREx.

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