La NASA acaba de anunciar que la sonda antes conocida como Solar Probe Mission ahora se llama Parker Solar Probe.
Su nuevo y definitivo nombre es en honor a Eugene N. Parker, el astrofísico que predijo la existencia del viento solar y de la espiral de Parker. Es la primera vez que la NASA pone el nombre de una persona aún con vida a una de sus misiones.
La PSP –no confundir con la consola– será en la primera nave espacial que entre en la atmósfera del Sol, en concreto en la cromosfera, su parte más externa.
Para ello lleva un escudo protector de polímero reforzado con fibra de carbono de 11,4 centímetros de grosor que le permitirá soportar las temperaturas de unos 1.400 ºC a los que se verá expuesta y mantener los instrumentos de a bordo a temperatura ambiente. Terrestre.
Pero no sólo es el calor sino que también tendrá que sobrevivir a la brutal radiación que hay tan cerca del Sol; por eso sus instrumentos y sistemas de a bordo van convenientemente blindados.
También para protegerla en las últimas fases de la misión la sonda se moverá a unos 200 kilómetros por segundo, tras acelerar usando la gravedad de Venus mediante varios sobrevuelos, algo que le llevará ni más ni menos que siete años. Entonces será la nave más rápida que jamás hayamos lanzado y en la que más se acerque al Sol, con una distancia mínima en esas últimas órbitas de tan sólo 7 millones de kilómetros.
Su misión es recoger datos que nos permitirán medir cómo la energía y el calor se mueven a través de la corona y qué es lo que acelera el viento solar y las partículas cargadas que salen disparadas del Sol. Con esto podremos entender mejor el clima espacial y protegernos mejor contra él; no hay que olvidar que el viento solar afecta a la magnetosfera terrestre.
La ventana de lanzamiento va del 31 de julio al 19 de agosto de 2018. Se puede seguir la misión en Twitter como @ParkerSunProbe.