Photon en primer plano frente a un Electrón - RocketLab
Se me había pasado por completo en el momento de su anuncio hace unos meses que Rocket Lab ofrece ahora una plataforma para satélites artificiales además de su cohete Electrón.
Photon, que es como se llama, está basada en la tercera etapa de los Electrón. Ofrece aviónica tolerante a la radiación, un sistema muy preciso de control de actitud para colocar el satélite en la orientación necesaria, suministro eléctrico, un sistema de comunicaciones con las estaciones en Tierra, y un sistema de propulsión. Está diseñado para poner en órbita hasta 170 kilos y para funcionar hasta cinco años.
Es un poco como un CubeSat, que también define un estándar sobre el que montar satélites, pero con más capacidad y funcionalidad. O, en términos más pegados a la Tierra, como si dispones de una camioneta en chasis con cabina y motor y adaptas su carga a lo que necesites.
Así, lo único que tiene que hacer quien quiera montar un satélite sobre esta plataforma es entregarle a Rocket Lab la carga útil –sensores y demás– que quiere colocar en órbita para que la monte en el Photon. Cabe también la posibilidad de compartir un Photon entre varias misiones si hay sitio físico para montar todos los sensores, no se sobrepasa el peso máximo, y la carga eléctrica entra dentro de lo que puede suministrar.
La idea es que de este modo se evitan gestionar por separado la carga útil, el hardware sobre el que va montada, y el lanzamiento; Rocket Lab se encarga prácticamente de todo, lo que deja al cliente libre para centrarse en el diseño de la parte con enjundia del satélite.
Rocket Lab dice que cuando la línea esté en marcha se podrá lanzar en tan solo cuatro meses desde que se contrate la plataforma. Tienen ya dos clientes para lanzamientos en 2020, aunque a lo largo de 2019 esperan lanzar una misión de prueba.
Con el Photon Rocket Lab da otro paso para facilitar el acceso al espacio a empresas, instituciones, e incluso personas.
