Por @Wicho — 7 de Octubre de 2024

Hoy ha tenido lugar Beyond_ by, el primero del que se espera que sea una serie de eventos anuales en los que PLD Space presentará su situación actual y sus planes de futuro. Y he de decir que lo que nos han contado me parece una locura: si todo les sale bien –y es un si muy grande– PLD Space tendrá dentro de unos años una cápsula tripulada y uno de los cohetes más potentes del mercado.

Una locura que, sin duda, será difícil de llevar a cabo. Pero una locura con un cierto fundamento –el Miura 1 en su momento también fue considerado como imposible por muchas personas– y que por fin vuelve a poner sobre la mesa un plan ambicioso para Europa. O por lo menos en Europa. Otra cosa será ver las reacciones de los países miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA) y el apoyo institucional que tendrá el proyecto. Que aunque sólo sea a nivel regulatorio será imprescindible para que salga adelante.

Este primer Beyond_ by, que ha coincidido con el aniversario del lanzamiento del Miura 1, llevaba como título «Desvelando el futuro del transporte espacial». Tuvo lugar en las nuevas instalaciones de PLD en Elche en las que todavía se están instalando. Son 12.000 metros cuadrados frente a los 2.000 anteriores. En ellas trabajan 240 personas. Y aunque hay capacidad para unas 400, al ritmo que van con las contrataciones –un tercio de la plantilla no estaba en PLD cuando se lanzó el Miura 1 y están incorporando 15 personas al mes– saben que no tardarán mucho en que se les queden pequeñas. Y por eso están ya negociando unas de 70.000 metros cuadrados.

Miura 5 viento en popa

Miura 5 Lanzamiento
Impresión artística de la segunda etapa de un Miura 5 tras la apertura de la cofia – PLD Space

Lo primero en cuanto a hardware fue la actualización en cuanto al Miura 5, que era lo que todo el mundo se esperaba del evento. No ha cambiado de especificaciones porque aunque siempre pueden aparecer ideas nuevas necesitan fijar el diseño del cohete para ponerse a producirlo, algo en lo que ya están, y para certificar los componentes y el cohete para el vuelo.

Así que Miura 5 sigue siendo un cohete orbital de dos etapas de 35,7 metros de longitud, dos metros de diámetro y 69.025 kg de masa en el momento del lanzamiento construido en aluminio y materiales compuestos. La cofia mide 5,5 metros de largo por 2,2 de diámetro.

Es capaz de colocar cargas útiles de hasta 540 Kg en órbita sincrónica al Sol de 500 Km o 1.080 Kg en una órbita ecuatorial de 500 Km. Y aunque en los primeros lanzamientos no estará disponible en el futuro ofrecerá una etapa superior opcional según las necesidades de la misión.

Sus motores –cinco TEPREL-C en la primera etapa y uno en su versión para vacío en la segunda– funcionan con oxígeno líquido y queroseno RP-1, aunque están trabajando con Repsol en el desarrollo de un bioqueroseno más sostenible. El diseño de los motores ha sido desarrollado íntegramente por la empresa. Y la que montará Miura 5, al menos en sus vuelos iniciales, es la cuarta versión. El motor de la segunda etapa puede volver a ser encendido con el objetivo de deorbitarla al final de la misión y así no dejar basura espacial.

Insistieron mucho en la importancia de lo aprendido con el Miura 1. Dicen que les ha servido para equivocarse barato y rápido y aprender mucho. Algunas cosas las han podido aplicar directamente; otras están basadas en los conocimientos adquiridos con Miura 1. Así, los motores eléctricos de la válvulas, por poner un ejemplo, son los mismos que los de Miura 1, aunque las válvulas no lo son. Pero a pesar de lo aprendido con el Miura 1 ha habido –y habrá– dificultades inesperadas. Por ejemplo, de nuevo con el ejemplo de las válvulas, aunque contaban con necesitar tres ciclos de diseño para ellas al final necesitaron ocho.

El objetivo es que el diseño sea robusto y fiable para ofrecer confianza en el cohete.

La duda puede estar en si habrán acertado frente a otras empresa que han apostado por irse directamente a un modelo orbital. Pero lo cierto es que por ahora es la única empresa del «new space» europeo que ha conseguido lanzar con éxito. En un par de años sabremos si han acertado con este camino o no.

Pero un cohete sin su plataforma de lanzamiento no es nada, y ahí hay otro frente abierto. Aún están terminando la parte de ingeniería civil para empezar las obras en Kourou de la plataforma para Miura 5, que se supone que iban a haber empezado ya. Con lo que es posible que no lleguen al objetivo de lanzar a finales de 2025. Pero insisten en que si no llegan sí será a principios de 2026.

Aunque ya sabemos que las fechas en este tipo de proyectos tienen una cierta tendencia y habilidad para irse retrasando. Cuando PLD Space entró en el radar de Microsiervos allá por 2016 el primer vuelo del Arion 1 –sí, antes de que le cambiaran el nombre– estaba previsto para 2018 y ahora ya sabemos que no voló hasta 2023.

«Nativos digitales» manejando dispositivosEl parche de la misión representa a quien lanza por medio de las banderas; a las palmeras de Kourou y a las palmeras Elche por ser los lugares en los que se lanza y fabrica el cohete. Los tréboles indican sitios relevantes para Miura 5. Y también incluye los cuernos del toro. Las cinco estrellas son un homenaje al nombre del cohete y a sus cinco motores.

La idea es que tras dos vuelos de calificación, si todo va bien, en 2026 empiecen los lanzamientos comerciales. La idea lanzar cualquier tipo de carga que pueda ser necesario en el Miura 5. Como por ejemplo cargas demasiado grandes para un lanzamiento compartido de SpaceX, por ejemplo, pero que tampoco requieran un cohete grande.

Nos contaron también que ante el éxito de la convocatoria del programa Miura 5 SPARK para llevar satélites de pequeño tamaño a centros educativos, instituciones y empresas a bordo de los vuelos de calificación del cohete lo más probable es que lo extiendan a siguientes vuelos siempre que haya capacidad disponible.

Show me the money

Todo esto, por supuesto, y dejando aparte el importante factor humano, no se puede llevar a cabo sin los recursos económicos necesarios. En ese sentido Ezequiel Sánchez, el presidente ejecutivo de la empresa, nos habló de que PLD Space ha conseguido ya 155 millones de euros mediante deuda, ingresos, acciones y subvenciones.

Con estos fondos ahora mismo PLD dispone de financiación a algo más de cinco trimestres vista por primera vez en su historia, no solo para el próximo como había venido siendo la norma en los años que lleva la empresa en funcionamiento. Pero están trabajando para conseguir más y en asegurar y estabilizar la financiación. Esto les permite también pensar en el ahora —2025–, lo nuevo –2028–, y lo siguiente –2030–.

Aunque su idea es desarrollar planes para las próximas dos décadas. En sus propias palabras si hace diez años decían cosas que parecían locuras, las de hoy son las locuras con las que pretenden mantener la empresa funcionando y unida en los próximos 20 años. Claro que para ello también es necesario construir un equipo sólido que les permita estar el frente de desarrollo de la industria espacial en Europa.

Pero también insistieron varias veces en que lo más importante no es llegar primero –por mucho que todo el mundo quiera hacerlo– sino en ser competitivos al lanzar, y hacerlo cumpliendo plazos, presupuesto, y con la calidad necesaria. Se trata de hacer las cosas de otra forma y de volver a ser competitivos con un modelo de negocio que lo sea.

Evolución del Miura 5

Al principio no, pero la idea es que la primera etapa del Miura 5 termine siendo reutilizable tras un amerizaje en el Atlántico. Pero intentarán recuperar las primeras etapas ya desde el primer lanzamiento porque tienen la intención de instrumentarlas extensivamente para recoger datos de cara a su reutilización. La recuperación será mediante paracaídas y pesca en el mar.

Recuperar y eventualmente reutilizar las primeras etapas contribuye a la sostenibilidad del cohete y la empresa; mejora las economías de escala; aumenta la cadencia vuelo; y permite aumentar la herencia vuelo –lo que se aprende en cada lanzamiento– para el futuro.

Otra idea que manejan es la recuperación y reutilización de las cofias protectoras, por motivos similares, aunque vendrá después de la recuperación y reutilización de las primeras etapas. La reutilización está prevista en su planificación actual para 2028.

Al tiempo que se incorporan estas mejoras en el Miura 5, PLD Space tiene intención de trabajar en una factoría capaz de producir 60 motores al año en 2025. Ese mismo año –sí, es el año que viene– esperan tener la capacidad de producir hasta seis Miura 5 al año. En este sentido también ayudará mucho la puesta en marcha de varios bancos de pruebas en las instalaciones de Teruel que permitirán trabajar con varios motores a la vez.

Pero sobre todo su objetivo en los años inmediatos es estabilizar procesos y tecnologías de fabricación, en las que cada vez es más importante el uso de máquinas de control numérico y la impresión 3D, que se utiliza en varios sitios del cohete.

Aunque el cohete no sirve de nada por muy bueno que sea sobre el papel si nadie lo quiere utilizar. Y en ese sentido PLD Space más que ser revolucionaria lo que pretende es hacerlo muy bien. Ahora mismo la empresa cuenta con una cartera de casi 600 millones de euros de interés comercial que en su momento pueden aportar más dinero a la empresa. Aunque no van a cerrar contratos hasta más adelante, cuando puedan garantizar fechas. Las misiones cuya demanda más está creciendo son las relacionadas con la defensa.

Creen que podrían llegar a los 30 lanzamientos anuales. Desde Kourou y otros dos espaciopuertos con los que ya están negociando, en especial para clientes no europeos. Esto de los dos nuevos puntos de lanzamiento fue la primera de las grandes sorpresas de la jornada. Pero, ni de lejos la última. La lógica de esta jugada está clara: en vez de obligar al cliente a acercarse a tu base de lanzamiento le acercas la base de lanzamiento en lo posible.

La segunda sorpresa –ya de mayor calado– vino cuando nos enseñaron una primera etapa de un Miura 5 con patas. Sí, al estilo la primera etapa de un Falcon 9. Pero es que la física es la que es y las soluciones a un problema concreto es difícil que sean muy diferentes, en especial cuando sabes que funcionan. Por eso, por ejemplo, los coches son cada vez más parecidos: la aerodinámica es la que es y si quieres reducir el consumo de combustible no te queda más remedio que respetar las leyes de la física. Algo de lo que en esta casa, por cierto, somos muy partidarios.

Una vez que le añades a una primera etapa todo lo necesario para que pueda aterrizar de vuelta a su base o en una barcaza las prestaciones en cuanto a capacidad de carga se ven bastante reducidas. De hecho el impacto económico es negativo al principio.

Pero en PLD Space entienden que si no desarrollan una primera etapa reutilizable mediante un aterrizaje propulsivo estarán fuera del mercado en la próxima década. Y es que calculan que así pueden llegar a un 60 % de ahorro en el coste de lanzamiento del cohete. Y eso es muy importante, sobre todo para poder bajar precios según vayan bajando en el mercado, pues están convencidos de que cada vez va a haber más empresas con primeras etapas reutilizables. La idea es poder bajar el precio para seguir siendo competitivos y aún así ganar dinero.

Miura Next

La descripción

Aunque en cualquier caso todo esto de una primera etapa recuperable mediante aterrizaje propulsivo no era más que una excusa para darnos la siguiente sorpresa del día, al más puritito estilo one more thing de Steve Jobs: el Miura Next. Con él PLD Space pretende competir a todos los niveles.

Miura Next es un cohete de 60×3,5 metros de dos etapas con un cuerpo central común a sus diferentes configuraciones que pueden montar dos o cuatro propulsores laterales a mayores que podrán ser reutilizadas más de 20 veces. Tanto el cuerpo central como los propulsores laterales montan cinco motores de queroseno y oxígeno líquido que funcionan en ciclo cerrado rico en oxígeno.

El cuerpo central es la que tiene peores prestaciones porque es el que necesita ser estructuralmente más robusto para soportar el empuje de los propulsores laterales. Quieren tenerlo en la plataforma de lanzamiento en 2030, para lo que ya están trabajando en algunos de sus componentes.

Volando en configuración desechable tendrá una capacidad de 13,5 toneladas a la órbita de la Estación Espacial Internacional (EEI), de 11,275 toneladas a órbita sincrónica al Sol (SSO), y de 4,6 toneladas a órbita de transferencia geoestacionaria (GTO). En configuración recuperable en barcaza serían 10,2 toneladas a la EEI; 6,5 en el caso de recuperación con vuelta a la base de lanzamiento. Esto es algo menos que un Falcon 9 pero tampoco mucho menos.

En la versión desechable con dos propulsores, conocida por ahora como Miura Next Heavy, podrá enviar 36 toneladas a EEI, 30,5 a SSO, y 15 a GTO. La versión desechable con cuatro propulsores, el Miura Next Super Heavy, maneja unas impresionantes 53 toneladas a la EEI, 23 a GTO. Pero además es capaz de enviar casi 17 toneladas a la Luna y algo más de 13,5 a Marte. Ojo con lo de la Luna para unos cuantos párrafos más abajo.

La etapa central casi siempre se desechará, aunque en algunos casos vuelve a base y podrá ser reutilizada. Será todo un espectáculo ver volver a tierra los cuatro propulsores laterales en las misiones que así lo permitan.

La descripción

El primer lanzamiento, dicen, sería a finales de 2025 –lo que, personalmente veo imposible con todo el trabajo que queda aún por delante para Miura 5– con los primeros lanzamientos de las versiones con propulsores laterales un año después. Que, insisto de nuevo, ya será más tarde.

Miura Next sería así uno de los cohetes más potentes del mercado y de propósito mucho más general que Miura 5, aunque por ahora la idea de PLD es mantener ambos en servicio. Estará en liza con cohetes más grandes como el Falcon Heavy, el Larga Marcha 9, o el Starship, que es cierto que le ganan en capacidad. Pero no hay nada en Europa ni remotamente comprable.

Y sí, ya sé que por ahora Miura Next no deja de ser un PowerPoint. De hecho el mismo Raúl Verdú, uno de los fundadores de la empresa, no decía que el de PLD es un plan ambicioso puesto en un PowerPoint sin complejos.

Pero es que hasta dónde yo sé non hay ninguna otra empresa europea –y de la ESA ya qué decir– que tenga un PowerPoint o unas ambiciones comparables. En este sentido la de PLD Space es sin duda una visión refrescantemente ambiciosa para variar. Y quizás fracasen en su intento de llevarla a cabo. De hecho no hace falta ser experto en el tema para saber que se enfrentan a toda una serie de dificultades por el camino, empezando por la parte técnica del desarrollo y por la de la financiación que, siendo realista hacen pensar que lo más probable es que no lo consigan.

Pero es refrescante y esperanzador ver que alguien da un golpe sobre la mesa para recordar que el asunto del acceso al espacio en Europa no sólo es que esté en un estado bastante lamentable. Es que no hay un plan pensado para salir de ahí e ir hacia adelante.

Otra dificultad con la que habrá de lidiar PLD Space es el hecho de que ahora mismo Alemania, Francia e Italia, las locomotoras tradicionales de la Agencia Espacial Europea (ESA) están un poco tirando para casa precisamente ante esa falta de un plan de futuro. Y va a haber que hacer encaje de bolillos para no herir sensibilidades y conseguir convencerlos de la bondad de su plan.

Por ejemplo, PLD pretendía lanzar miura Next desde plataforma Soyuz de Kourou. Pero el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES), la NASA francesa, prácticamente le ha regalado esa plataforma a la filial de ArianeGroup MaiaSpace. Y es que no hay que olvidar que el terreno sobre el que se asienta el espaciopuerto de Kourou es francés y que las instalaciones son gestionadas al 50 % por la ESA y el CNES. Pero aún cabe la posibilidad de que Miura Next pueda ser lanzado desde la antigua plataforma del Ariane 5, sólo que es algo que habrá que negociar.

Y no sólo a PLD le corresponde negociar e hilar fino; a Josef Aschbacher, el director de la ESA, desde luego le esperan unos años cuando menos interesantes. Tendrá que defender la idea de aprovechar al máximo posible lo que pueda ofrecer cada país miembro de la ESA pero siempre con el objetivo común de conseguir y a ver si esta vez mantener el acceso independiente al espacio.

Sería taaaaan bonito volver a generar capacidades y reindustrializar Europa en el espacio…

¡¡¡Lince!!!!

La descripción

Pero la gran sorpresa del día, de todos modos, era Lince, el programa para desarrollar una cápsula tripulada de PLD Space. Es –será– una cápsula con un volumen interno de ocho metros cúbicos con capacidad para llevar cuatro o cinco personas a bordo. Cápsula que, curiosamente, será lanzada por el Miura Next. Sin Miura Next no habrá Lince. Pero… ¿Sin Lince habría Miura Next?

El núcleo central de Miura Next puede lanzarla a la Estación Espacial Internacional con 5 toneladas de carga, tripulación aparte. Y puede volver a tierra con 3,4 toneladas. Pero también tiene la capacidad de ir hasta la Luna y volver, acoplándose, por ejemplo, a un aterrizador que esté en órbita alrededor de ella, o a la futura estación lunar Gateway.

Así Europa no tendría que mendigar plazas en las cápsulas Orión, por ejemplo. Que, recordemos, no van a ningún sitio sin los módulos de servicio europeos. Y aún a pesar de ello la ESA no tiene aún garantizada ninguna plaza en una misión del programa Artemisa a la superficie de la Luna. Suponiendo que Artemisa llegue alguna vez tan lejos, claro, aunque eso toca hablarlo en otra anotación.

La descripción

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PLD habla, de nuevo creo que exageradamente optimista, de un lanzamiento no tripulado en 2028 para probar el sistema de aborto, y de tener humanos en órbita en una Lince en 2030. Aquí ya no sólo está el problema del desarrollo técnico –que, si me apuras, me parece menos complicado que el del Miura Next, aunque para nada sencillo– sino el de ver qué administración tendrá que certificar la nave para misiones tripuladas y en qué condiciones.

Lince, además, necesitará financiación propia, más allá de la financiación institucional que pueda llegar; habrá que manejar un modelo de financiación pública y privada. PLD habla de 700 millones, cifra que me parece increíblemente optimista. Pero sí estoy dispuesto a creerme que son capaces de desarrollar el programa por una cifra que esté un orden de magnitud por debajo de lo que necesitaría un desarrollo institucional.

De hecho, nos dicen que quizás la financiación sea el tema estrella del Beyond_ by de 2025.

Una locura con fundamento

Quienes tuvimos oportunidad de hablar con ellos le dijimos a los raules –Torres y Verdú– y a Ezequiel que lo que nos contaron es una locura. Que hay muchísimas posibilidades de que nunca lleguemos a ver Lince en el espacio o tan siquiera a Miura Next despegando; que incluso Miura 5 es por ahora una esperanza. Fuerte, pero una esperanza al fin y a cabo mientras no vuele. Y ellos lo reconocen y son conscientes de ello.

Pero también tienen claro que Elon Musk estaba hablando de la Dragon cuando aún no habían conseguido un lanzamiento exitoso del Falcon 1. Y recuerdan perfectamente cuando al fundar la empresa allá por 2011 les decían que era imposible fabricar un cohete en España. Y ahí tenemos al Miura 1.

Ezequiel añadió que cuando él se incorporó a PLD su objetivo era convertirla de una empresa que tenía poco más que un proyecto de I+D a una empresa operativa y que ya están prácticamente ahí. Cuando casi nadie hace unos años contaba con ellos.

Así que sí, terminado Beyond_ by de 2024 se abren más incógnitas que respuestas. Pero eso mola.

Y quienes estuvimos en él, y lo reconozco, hemos salido contagiados por el ímpetu que transmite esta locura colectiva en la que se han embarcado. Ya veremos qué nos hace pensar la realidad en los próximos meses. Pero mientras tanto yo, como Mulder, quiero creer. Pero a diferencia de Mulder, creo que hay una realidad detrás de mi deseo de creer.

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