Ahora que falta cada vez menos para la reentrada del laboratorio espacial chino Tiangong-1 las distintas previsiones sobre el momento en el que ocurrirá van convergiendo en que esta ocurrirá entre –más o menos– el mediodía del día 1 de abril y media mañana del día 2. Pero más o menos.
Max Fagin explica en Why are Tiangong's Reentry Predictions So Uncertain? por qué es tan difícil acertar:
La versión TL;DR es que como China no tiene control sobre el Tiangong-1 no puede activar sus motores para que frene y caiga más a plomo, como las piñas del vídeo. Esto va a hacer que entre en la atmósfera en un ángulo muy poco pronunciado con lo que «planeara» mucho más que si cayera más vertical. También hace que la zona sobre la que pueden caer restos sea mucho más alargada.
Influye también mucho en el grado de incertidumbre que la atmósfera se comporta de un modo que no sabemos predecir con demasiada precisión. De hecho esperábamos que los efectos de una erupción solar la «hincharan» estos días y que eso acelerara la caída del Tiangong-1… pero eso no ha sucedido, con lo que en las últimas horas los modelos han retrasado unas 12 horas el fin del laboratorio espacial.
Y otro factor que influye en la incertidumbre, muy relacionado con las condiciones atmosféricas, es que el Tiangong-1 está dando tumbos, con lo que su resistencia aerodinámica no es constante, lo que es otro factor que complica la modelación de su reentrada.
Now here it is: A radar image film of the chinese space station Tiangong-1 together with a simple 3D model for orientation. You can see how it is rotateting (but faster that in reality). #Tiangong1 #isar #film #radar #reentry #tira
— Fraunhofer FHR engl. (@Fraunhofer_FHRe) 23 de marzo de 2018
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En cualquier caso estos modelos irán convergiendo según el Tiangong-1 baje más en la atmósfera, aunque hasta como una hora antes del final no podremos asegurar con cierta precisión donde va a caer. Y esta precisión es relativa, pues no hay que olvidar que viaja a unos 28.000 kilómetros por hora, con lo que un error de un minuto son casi 500 kilómetros.
Recupero aquí los recursos para seguir la reentrada que Nacho recopiló hace unos días:
- Tiangong-1 Reentry updates de la ESA.
- Partes diarios de la Agencia espacial china (que Chrome traduce al instante sin mucha complicación.)
- Aerospace Corporation por el viejo método de recargar la página a mano (¡F5!¡F5!¡F5!) para ver los gráficos actualizados. En 2018.
- La página de seguimiento de objetos espaciales N2yo.
- La página de seguimiento de objetos espaciales Heavens above.
- Twitter de Jonathan McDowell, de Marco Langbroek, de Itzalpean y del Fraunhofer FHR. (Probablemente a través de Twitter será lo más fácil y cómodo para la mayoría.)
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Hay que recordar, de todos modos, que hace años que se producen reentradas no controladas de todo tipo de naves espaciales y partes de ellas y que hasta hoy sólo hay constancia de que una persona haya sido alcanzada por los restos de una de ellas.
Top 15 de reentradas no controladas por Jonathan McDowell – lista completa en The biggest uncontrolled reentries
Se trata de Lottie Williams, que en 1997 fue «golpeada» por un fragmento de un cohete Delta II de unos 10×13 centímetros y del peso de una lata de refrescos, algo que ella ha descrito como si alguien le hubiese tocado en el hombro para que se diera la vuelta.
Así que, una vez más, no hay que ponerse histéricos con el asunto sino, en todo caso, intentar disfrutar del espectáculo si hay suerte. Y no tocar nada si encuentras algún tipo de resto.
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