Estaba previsto que el pasado viernes 16 de junio de 2023 el veterano cohete Ariane 5 hiciera su lanzamiento número 117, que será el último de su carrera. Pero un día antes Arianespace, que es quien lo opera, anunciaba un retraso en el lanzamiento por un problema técnico.
El problema en cuestión es que se detectaron problemas en unas líneas pirotécnicas similares a las que monta el Ariane 5 para la separación y posterior distanciamiento de los propulsores laterales que estaban siendo probadas para otro proyecto. Más pruebas en otras líneas también indicaron que había un problema de producción al menos en ese lote.
El Ariane 5 dispone de redundancias ante posibles fallos pero la empresa ha decidido, lógicamente, que ante la duda de que pueda haber líneas defectuosas en el cohete, lo adecuado es proceder a cambiarlas.
Esto va a provocar un retraso de varias semanas en el lanzamiento, cuya nueva fecha será anunciada a finales de este mes.
El lanzamiento, designado VA261 por Arianespace, tiene como objetivo poner en órbita dos satélites de telecomunicaciones. Uno de ellos, el Heinrich Hertz tiene como objetivo explorar y probar nuevas tecnologías de comunicaciones en el espacio a nivel técnico y científico para determinar cómo las comunicaciones de banda ancha, por ejemplo, pueden dar lugar a altas velocidades de datos para los usuarios finales móviles. Es un proyecto del Ministerio Federal de Economía y Tecnología alemán. El otro, el Syracuse 4B, es un satélite de comunicaciones construido para el ejército francés.