Tras la prueba estática del cohete que va a utilizar para ella SpaceX tiene todo listo para lanzar la misión cápsula de carga Dragon CRS-17 rumbo a la estación Espacial Internacional. Pero un problema con el sistema eléctrico de la Estación ha obligado a aplazarlo al menos hasta el viernes 3; inicialmente estaba previsto inicialmente para la mañana del miércoles 1 de mayo de 2019.
El lanzamiento será realizado desde el Complejo de lanzamiento 40 de Cabo Cañaveral por un Falcon 9 bloque 5 totalmente nuevo. Como es habitual se podrá seguir a través de Internet desde unos veinte minutos antes de la hora programada para el despegue.
La recuperación de la primera etapa del lanzador se llevará a cabo en el espaciopuerto flotante Of Course I Still Love You que estará esperándola a unos 30 kilómetros de la plataforma de lanzamiento. Inicialmente la idea era recuperar la primera etapa en la Zona de aterrizaje 1 (LZ1) de Cabo Cañaveral, aunque esa opción quedó invalidada tras la explosión de la primera Crew Dragon, ocurrida durante unas pruebas en la LZ1 hace unos días.
Si todo va según lo previsto –y en principio no tiene por qué no, explosión o no, ya que las Dragond de carga no incluyen los motores que parecen haber causado el «incidente»– la Dragon 17, que a diferencia del lanzador ya fue utilizada con anterioridad, llegará a la Estación Espacial Internacional el viernes 3. Permanecerá atracada allí hasta el 31 de mayo. Traerá de vuelta muestras de experimentos y materiales ya no necesarios a bordo de la EEI o componentes que necesiten reparación. Lleva a bordo unos 2.500 de materiales y suministros para la Estación y sus tripulantes. Eso incluye el Orbital Carbon Observatoy 3 (OCO-3) y el experimento Space Test Program - Houston 6 (STP-H6).
OCO-3 y STP-H6 en el maletero de la Dragon 17 – NASA
El OCO-3, que estuvo a punto de ser cancelado un par de veces por la administración Trump, es un observatorio de C02 que será instalado en el exterior del laboratorio Kibo utilizando el brazo robot de la Estación. Se une al OCO-2 que sigue activo cinco años después de su lanzamiento en 2014 aún cuando la duración nominal de su misión era de dos años. Esto permitirá mantener las continuidad de datos cuando el OC-2 termine por fallar. El OCO-1 se perdió durante su lanzamiento. OCO-2 está construido con piezas de repuesto del OCO-2, que fue autorizado por la administración Obama después de que el OCO-1 se perdiera durante el lanzamiento.
STP-H6, por su parte, incluye seis experimentos que serán colocados también en el exterior de la EEI. Van desde sensores de orientación para nanosatélites a un sistema de comunicación mediante Rayos X.