Por @Wicho — 23 de noviembre de 2023

A falta del análisis de los datos recogidos, la Agencia Espacial Europea (ESA) dice que la primera etapa del Ariane 6 ha superado con éxito primer encendido estático largo. Aunque si bien la ESA había hablado siempre de que el encendido iba a durar ocho minutos al final en realidad se quedó en siete. Y por ahora no está claro si esta discrepancia ha sido por un fallo en la información transmitida o si porque en realidad se ha quedado corto. Por eso, más que nunca, habrá que esperar al análisis de los datos.

La idea de la prueba era simular el funcionamiento de su motor Vulcain 2.1 durante un lanzamiento. En los minutos que estuvo en funcionamiento el motor consumió 150.000 kilos de oxígeno e hidrógeno líquidos, alcanzando una temperatura de hasta 3.000 °C.

Esta prueba llega tras un encendido corto el 6 de septiembre que en realidad estaba previsto inicialmente para el 29 de agosto. Pero preparar los sistemas de tierra y el cohete para la prueba llevó más de lo previsto, lo que es lógico con un cohete nuevo, así que por eso fue pospuesto.

El retraso en el encendido corto hizo que a su vez el encendido largo fuera pospuesto del 26 de septiembre al 3 de octubre. Pero unos problemas con los actuadores que mueven las toberas del motor para orientar el cohete obligaron a posponerlo hasta hoy.

El cohete con el que se hizo la prueba no es un Ariane 6 sino un modelo de desarrollo que se está utilizando para estos menesteres. De hecho sus propulsores laterales son inertes. Es el mismo con el que se hizo el encendido corto el pasado 6 de septiembre. Los componentes del primer Ariane 6 «de verdad» llegarán en barco a Kourou en los próximos meses.

Un Ariane 6 en su versión con dos propulsores de combustible sólido elevándose sobre la plataforma de lanzamiento
Impresión artística del despegue de un Ariane 6 – ESA

Es extremadamente importante que esta prueba haya salido bien para evitar que el Ariane 6 siga acumulando retrasos. Y es que originalmente tenía que haber entrado en servicio en 2020. Pero desde hace meses, tras sucesivos retrasos, ya sabemos que será en 2024 si no se tuerce nada más. Aunque, insisto, habrá que esperar unas dos semanas para dar tiempo a que sean analizados todos los datos recogidos durante la prueba.

Hay programada también una prueba de la segunda etapa en condiciones no nominales en diciembre en Leopoldhausen. Es una prueba complementaria a la llevada a cabo el 1 de septiembre en condiciones nominales y que terminó sin problemas.

Pero según la ESA será después del encendido largo de hoy –de nuevo suponiendo que todo haya ido bien– y del análisis de los resultados cuando por fin den una estimación de cuando despegará el Ariane 6 en su primera misión.

Y es que aunque llegue tarde, obsoleto desde el principio, y sea muy poco competitivo desde el punto de vista económico, lo cierto es que hace mucha falta, pues la situación de los lanzadores en Europa es lamentable: el Ariane 5 está retirado, el Vega-C está fuera de servicio por problemas con su segunda etapa, y no hay acceso a los Soyuz debido a la invasión rusa de Ucrania.

Así que ahora mismo sólo disponemos del Vega para hacer lanzamientos. Y sólo le quedan dos ejemplares. Por eso estamos teniendo que recurrir a lanzamientos con SpaceX, por ejemplo.

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