Por @Wicho — 24 de octubre de 2018

Lanzamiento de un Soyuz 2-1b desde Plesetsk

Todo está listo en el cosmódromo de Plesetsk para el lanzamiento del tercer satélite militar Lotos-S1 de inteligencia electrónica de señales.

Sería un lanzamiento al que ni los espaciotrastornados le haríamos mucho caso de no ser porque el lanzador es un cohete Soyuz 2.1b, un familiar muy cercano del Soyuz FG que el pasado día 11 falló durante el lanzamiento de la cápsula tripulada Soyuz MS-10 obligando a abortar la misión.

De hecho son familiares tan cercanos –el Soyuz 2 va a sustituir al FG– que el mecanismo de separación de los propulsores laterales de la primera etapa, al que todo apunta como causante del fallo del día 11, es exactamente el mismo.

Así que todo el mundo tendrá los ojos puestos en Plesetsk, aunque sea virtualmente, pues al ser un lanzamiento militar no hay retransmisión en directo ni nada parecido, a ver qué pasa. Si el lanzamiento sale bien en Roscosmos respirarán un poco más aliviados, aunque aún falta por determinar qué provocó el fallo del día 11.

De hecho Jim Bridenstine, el director de la NASA, declaraba que cree que Roscosmos tiene ya bastante clara la causa del fallo del lanzamiento de la Soyuz MS-10 y que cree que para diciembre se podría lanzar la Soyuz MS-11, no sin antes hacer tres lanzamientos de prueba. El del tercer Lotos-S1 sería el primero, seguido del lanzamiento de un satélite del sistema de posicionamiento Glonass y finalmente el de la cápsula de carga Progress MS-10.

La Soyuz MS-10 tras su aterrizaje de emergencia
La Soyuz MS-10 tras su aterrizaje de emergencia

Pero como falle el lanzamiento del Lotos-S1 las cosas se van a poner muy negras. Y es que no hay que olvidar que hoy por hoy las cápsulas tripuladas Soyuz –sí, es un incordio que el cohete y la cápsula se llamen igual– son la única forma de enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional y traerlos de vuelta. Con lo que sin ellas no hay manera de mandar a nadie a la EEI; las cápsulas tripuladas en las que trabajan Boeing y SpaceX no estarán listas para entrar en servicio como poco antes de la segunda mitad de 2019 y la Orión de la NASA con suerte hará su primer vuelo no tripulado en 2021 si no se vuelve a retrasar.

Pero además resulta que los tres tripulantes que están ahora mismo a bordo de la Estación Espacial Internacional tendrán que volver a principios de enero ya que su cápsula, la Soyuz MS-09, alcanzará entonces el límite de 200 días en el espacio para los que está certificada.

Cabe la posibilidad de que las agencias espaciales implicadas –ahora mismo hay en la EEI un astronauta de la Agencia Espacial Europea, una astronauta de la NASA y uno de Roscosmos– autoricen una extensión de unos días o semanas de la Soyuz MS-09 en el espacio. Pero hay que tener en cuenta que es una cápsula con un agujero de más, así que a ver si están dispuestos a extender su permanencia en el espacio más allá de lo que cubre su «garantía». Y en cualquier caso si para cuando se acabe esta extensión no está solucionado el asunto tendrían que dejar la Estación, que quedaría vacía por primera vez desde el 2 de noviembre de 2000

Otra opción sería enviar una Soyuz vacía para que sustituya a la MS-09, con lo que podrían seguir en el espacio 200 días más a partir del lanzamiento de esta cápsula de repuesto. Este lanzamiento serviría también de prueba del Soyuz FG

Pero en cualquier caso esto son por ahora especulaciones, así que habrá que ver qué sucede con el Lotos-S1, cuyo lanzamiento está previsto para una ventana que va de las 00:00 a las 5:00 del jueves 24, hora peninsular española. Si todo va bien lo sabremos en minutos. Si no, habrá que preocuparse. Más.

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