Por @Wicho — 1 de febrero de 2018

Tras el lanzamiento del satélite de comunicaciones luxemburgués GovSat-1, SpaceX no tenía previsto recuperar la primera etapa del cohete que lo puso en órbita porque es de un modelo antiguo que ya no les interesa guardar, en especial teniendo en cuenta que ya tienen unas cuantas primeras etapas recuperadas en el almacén. Pero aún así la primera etapa B1032 llevaba las aletas y las patas que se usan para traerlas de vuelta porque lo que sí quería hacer SpaceX era sacar todos los datos posibles de ella antes de dejarla caer en el océano.

Lo que pasa es que lo que querían probar era una maniobra de frenado más agresiva utilizando tres motores en lugar de uno como es habitual. Aunque sea un poco contraintuitivo al encender tres motores el cohete frena más rápido, con lo que el consumo de combustible es menor. Y si necesitas menos combustible para volver puedes mandar al espacio cargas más pesadas.

Pero aparte de comprobar que es factible una maniobra de retorno de este tipo con ella lograron que la B1032 se posara tan suavemente en el agua que ahora flota, lo cual es lógico porque la mayor parte de su volumen interno son un par de depósitos de combustible ahora vacíos.

Así que Elon Musk ha dicho que ya puestos van a intentar pescarla y traerla de vuelta a puerto. Con ello podrán examinarla para saber exactamente en qué estado quedó más allá de lo que les pudiera contar la telemetría. Y, por la parte que me toca, aunque no vuelva a volar creo que la B1032 se ha ganado convertirse en una pieza de museo algún día.

La mayor gracia de todo esto, de todos modos, como decía Wermet en Twitter, es que ahora SpaceX no sólo es la primera empresa que ha conseguido recuperar una primera etapa de un cohete orbital sino que ahora también es la primera empresa que ha conseguido recuperar una primera etapa de un cohete orbital sin querer.

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