Por @Wicho — 18 de julio de 2023

Uno de los problemas con los que se encontró SpaceX durante el primer lanzamiento de un Starship fue la enorme cantidad de restos de hormigón que salieron despedidos desde la parte inferior de la plataforma de lanzamiento. Para intentar minimizar el riesgo de que esto suceda en el futuro la plataforma ha sido modificada con la instalación de un sistema de supresión de calor y sonido por agua que acaba de pasar su primera prueba.

No está claro que en ella el sistema estuviera funcionando a su presión de trabajo –tiene que ser capaz de hacer salir agua aún cuando la enorme potencia de los Raptor del Starship esté cayendo sobre él– pero es un primer paso.

El sistema está formado básicamente por dos grandes planchas de acero –además de las conducciones que alimentan el sistema– entre las que hay un espacio por el que circula agua a presión que viene de unos depósitos adyacentes a la plataforma. La plancha superior tiene múltiples agujeros por los que el agua sale en ángulo para no ir directamente contra los motores, casi como si fuera una cebolla de ducha gigante puesta al revés.

El objetivo es que el agua y el vapor que se formen absorban tanto el calor como el sonido que se producen durante un lanzamiento para proteger tanto a la plataforma como al cohete. De hecho la NASA no usó un sistema de supresión para el primer lanzamiento de un transbordador espacial y les faltó poco para perderlo por la potencia del sonido reflejado por la plataforma hacia el cohete.

Y es que la potencia sonora de un lanzamiento es algo impresionante. En las visitas al Centro Espacial Kennedy solían poner –no sé si sigue estando– un vídeo en el que Charlie Bolden hablaba del sistema de supresión de sonido usado en las plataformas 39A y 39B para el lanzamiento de los transbordadores espaciales. En él explicaba que, por supuesto, las llamas serían las que te mataran en caso de estar demasiado cerca. Pero que a partir de unos 500 metros no serían las llamas las que te mataran sino el sonido. Yo, cuando hablo del lanzamiento del Atlantis, siempre cuento que lo más impresionante –porque ningún altavoz es capaz de reproducirlo– es el efecto del sonido, y eso que lo vi a unos 5 kilómetros de distancia.

Volviendo al Starship, que también ha sido sometido a modificaciones para el segundo lanzamiento, Musk decía no hace mucho que iban a estar listos para un segundo intento de lanzamiento en agosto. Otra cosa es que se cumpla la previsión –ya sabemos que a Musk le rodea un campo de distorsión temporal– y que además tengan los permisos necesarios para hacerlo. Y que las demandas en marcha a causa de los daños causados por el lanzamiento no retrasen el asunto.

Pero iremos preparando las palomitas porque de nuevo promete ser un lanzamiento espectacular.

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