Por @Wicho — 10 de julio de 2018

Llegando

La Progress MS-09 atracaba en el módulo Pirs de la Estación Espacial Internacional a las 3:31, hora peninsular española, del 10 de julio de 2018 tras haber despegado del cosmódromo de Baikonur a las 23:51 del día 9. Esto son 3 horas y 40 minutos desde el despegue hasta el acoplamiento, lo que es un récord absoluto para cualquier nave que haya sido lanzada rumbo a la EEI.

Para poder realizar el acoplamiento en tan poco tiempo es necesario que la Progress despegue en el momento exacto en el que la órbita de la Estación la coloca «a tiro» de la capacidad de los motores del cohete lanzador y de la Progress propiamente dicha para hacer todas las maniobras de aproximación prácticamente seguidas. Si no hay que optar por la ruta tradicional de dos días en la que la Progress va activando sus motores según su órbita y la de la EEI van coincidiendo para realizar la aproximación. La ventaja de la aproximación «lenta» es que permite mucha más flexibilidad en el lanzamiento.

Es la tercera vez que Roscosmos intenta un lanzamiento «express», al que en las dos ocasiones anteriores hubo que renunciar porque la cuenta atrás se detuvo por problemas técnicos sin tiempo de reiniciarla. La idea en un futuro no muy lejano es que las Soyuz tripuladas también utilicen la trayectoria rápida.

La cápsula durante el proceso de carga

La Progress MS-09 lleva a bordo 2.450 kilos de carga a bordo que incluyen comida, combustible, y otros suministros como 50 kilos de oxígeno y aire y 420 kilos de agua. Al final de su misión se desintegrará en la atmósfera en una reentrada controlada junto con los materiales de desecho que para entonces habrán colocado en su interior los tripulantes de la EEI.

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