Una de las peores emergencias que puede ocurrir a bordo de una nave espacial es que se declare un incendio. En este vídeo el astronauta Andreas Mogensen de la Agencia Espacial Europea cuenta qué hacer si se produce un incendio a bordo de una Soyuz, que no tiene extintores ni ningún sistema de supresión de incendios.
Lo primero en ese caso es cerrar los visores de los cascos para evitar inhalar humo; a partir de ahí hay tres opciones:
- Apagar los ventiladores del sistema de circulación de aire, con lo que al estar en caída libre es posible que el incendio se «asfixie» al quedarse sin oxígeno: el aire caliente, ya sin oxígeno, no sube, con lo que no hay nuevo aporte de aire más frío que aporte oxígeno a la combustión.
- Si con apagar los ventiladores no basta se apagan todos los sistemas de a bordo, incluyendo paneles de control y ordenadores con el objetivo de eliminar la fuente de ignición de cualquier fuego al cortarle el suministro de energía, y con la esperanza de que al volver a conectarlos el fuego no se reproduzca
- Si todo lo anterior falla, se despresuriza la Soyuz, ya que en el vacío no puede haber fuego. Pero en este caso la cápsula tiene que aterrizar antes de 125 minutos porque si no los astronautas se cocerán dentro de sus trajes: los 22 litros por minuto de oxígeno que la Soyuz proporciona a los trajes son suficientes para que los astronautas respiren pero no para evitar que la temperatura de sus cuerpos suba hasta que mueran de calor.
En este vídeo Andreas y Sergei Volkov consiguen volver a Tierra sanos y salvos tras despresurizar su nave en el simulador, pero esperemos que nunca tengan que hacer uso de estos entrenamientos.