Por @Wicho — 18 de noviembre de 2019

El AMS-02 en el exterior de la EEI
El AMS-02 en el exterior de la EEI – NASA

El Espectrómetro Magnético Alfa es un detector de partículas desarrollado por 500 científicos de 56 instituciones de 16 países que está montado en el exterior de la Estación Espacial Internacional desde mayo de 2011.

Diseñado detectar partículas como antihelio, neutralinos, o strangelets se esperaba que sirviera para que los científicos pudieran profundizar en el conocimiento de la antimateria y la energía oscura.

Durante muchos años pareció que nunca sería lanzado, ya que después del del desastre del Columbia en 2003 la NASA decidió recortar todo lo posible las misiones de los transbordadores espaciales con el objetivo de terminar de construir la EEI y nada más. Pero finalmente el congreso y el senado de los Estados Unidos aceptaron añadir una misión más para ponerlo en órbita pues ya estaba terminado. Así que finalmente fue lanzado en 2011 en la penúltima misión de un transbordador espacial.

Y lo cierto es que ha superado con creces las expectativas con la detección de unos 140.000 millones de partículas a lo largo de algo más de ocho años de servicio. Lo que no está nada mal teniendo en cuenta que estaba diseñado para durar tres años.

De hecho los resultados han sido tan buenos que a pesar de que no está pensado para ser reparado en órbita la NASA y sus socios llevan cuatro años trabajando en un plan para prolongar su vida, que se está terminando. Y es que de las cuatro bombas de refrigeración redundantes que tiene el AMS-02 (en ocasiones se le llama así para distinguirlo del prototipo AMS-01) para mantener sus detectores a la temperatura correcta para funcionar ya sólo queda una en funcionamiento.

La idea es, en vez de meterse en sus tripas, conectarle un sistema de refrigeración nuevo que quedará instalado en su exterior. Pero aún así es necesario alcanzar los puntos de conexión del interior del AMS en los que conectarlo. Para ello Luca Parmitano y Drew Morgan llevaron a cabo el viernes 15 de noviembre de 2019 el primero de cuatro paseos espaciales previstos para la instalación del nuevo sistema de refrigeración.

Los dos astronautas han simulado hasta siete veces los paseos, para los que incluso ha sido necesario diseñar un par de docenas de herramientas especiales, en la piscina de entrenamiento del centro espacial Johnson.

Algunas de las herramientas en cuestión
Algunas de las herramientas en cuestión – NASA

Y ese entrenamiento, al menos en principio, ha dado sus frutos, ya que en el primer paseo todo fue tan bien que incluso pudieron adelantar tareas previstas para el segundo. Así, durante las seis horas y 39 minutos que estuvieron fuera de la Estación los dos astronautas dejaron preparados en su sitio materiales e instalaron asideros en preparación para los siguientes paseos espaciales y retiraron una cubierta anticolisiones del AMS que lanzaron por la borda.

Pero aún queda mucho trabajo y muy complicado. De hecho para el segundo paseo está previsto que dejen a la vista y corten las conducciones del sistema de refrigeración interno del AMS-02. Y cortar este tipo de conducciones es algo que nunca se ha hecho hasta ahora durante un paseo espacial.

Aunque en cualquier caso por ahora el resultado de este primer paseo es sin duda como para ser razonablemente optimista ante el resultado final. El siguiente de la serie está programado para el viernes 22.

El AMS-02 está en Twitter, por cierto.

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