En una maniobra crucial para la misión el motor del aterrizador lunar Beresheet funcionó durante seis minutos entre las 16:18 y las 16:24, hora peninsular española, del 4 de abril de 2019 para reducir su velocidad de tal forma que la gravedad lunar lo capturara.
No había segundas oportunidades: o salía bien o la pequeña nave se perdería rumbo a los confines del sistema solar. Pero afortunadamente todo salió bien y Beresheet ahora está en una órbita elíptica alrededor de la Luna. El vehículo pasará la próxima semana circularizándola hasta dejarla en 250 kilómetros antes de intentar el alunizaje en el Mar de la Serenidad del día 11.
La cara oculta de la Luna con la Tierra como fondo. Foto hecha durante la maniobra de inserción orbital – SpaceIL
La cara oculta de la Luna desde 470 kilómetros de altitud – SpaceIL
Entrar en órbita alrededor de la Luna es todo un logro, pero aún vienen curvas. La maniobra de aterrizaje, por ejemplo, requiere que el motor se encienda y apague varias veces ya que no es posible regular su potencia. Además el coste total de la misión –incluyendo el lanzamiento– es de unos 100 millones de dólares. Así que hay muchos componentes no redundantes en Beresheet, con lo que el fallo de un sensor, por ejemplo, podría poner fin a la misión.
Yo sigo manteniendo mi estimación de que tienen 2/3 de posibilidades de lograrlo.
De hacerlo será la primera misión espacial financiada con fondos privados en aterrizar en la luna. También será la primera misión israelí en hacerlo y hará que Israel se convierta en el cuarto país en colocar una sonda sobre la superficie de la Luna de una pieza tras la URSS, los Estados Unidos y China.
Están en Twitter como @TeamSpaceIL.